domingo, 25 de octubre de 2009

Reseña de: Finngeir Hiorth, ¿Quién fue Jesús? Trad. castellana del noruego por Carmen Freixanet. EFA, Lima 2002, 160 págs.


por Eduardo Arens

EDICIONES DE FILOSOFIA APLICADA nos ofrece del filósofo “humanista-ético” noruego Finngeir Hiorth la traducción de su libro ¿Quién fue Jesús? Resulta siempre interesante escuchar lo que sobre Jesús tiene que decir un agnóstico*, pero más cuando se trata de alguien que se ha informado sobre el asunto de su historia y su problemática. Y Hiorth está informado, aunque su idea de la naturaleza y propósito de los evangelios, fuente principal sobre Jesús, es poco clara pues cae fácilmente en una lectura historicista.

El autor empieza por pasar revista a lo que sobre Jesús dicen los evangelios canónicos. Lo hace de una manera somera. Pero, por ser una presentación desde una perspectiva ética, es incompleta y parcial. Puesto que en no pocas ocasiones Jesús habla de Dios y de la vida en “los cielos”, como buen agnóstico Hiorth intercala preguntas como “¿qué ocurre si Dios no existe?” y busca resaltar el valor de la ética de Jesús para la vida terrena -y no le falta razón.

El tercer capítulo está dedicado a una detallada presentación de “La figura histórica de Jesús” expuesta por Ed P. Sanders. Buen conocedor del mundo de Jesús, Sanders ha dedicado varios estudios al asunto, y ha recibido la aprobación de muchos estudiosos. A continuación Hiorth presenta a personas que han negado la existencia misma de Jesús. Se concentra en G.A. Wells, y remite a otros en la misma vena. Lo notorio es que Wells niega la existencia de Jesús y lo reduce a “sólo fantasía”, porque las fuentes son cristianas y no dan muchos datos fiables. Una vez más, esta manera de evaluar los evangelios proviene de la ignorancia de su naturaleza y finalidad: no son crónicas ni biografías, si bien contienen elementos biográficos. Son obras de cristianos para ya creyentes para llevarlos a apreciar la persona de Jesús y su significado existencial -productos de catequesis, parénesis, apologética, no de crónicas.

Una buena síntesis de toda esta problemática la ofrece Gerd Theissen, El Jesús histórico, Ed. Sígueme. Una vez más, Wells demuestra desconocer la naturaleza de las cartas de Pablo cuando concluye, jalando agua para su molino, que el hecho que “omita una serie de detalles biográficos de Jesús demuestra que estos no son históricos” (p.65). Cosa que Hiorth acertadamente refuta, para poco después confesar que “no puedo entender que sea razonable cuestionarse de forma general la existencia terrenal de Jesús” (p.67), y confía más en las conclusiones de Sanders que de Wells.

Los dos siguientes capítulos los dedica el autor a dos compatriotas suyos, Alvar Ellegard, un lingüista e historiador, y Jacob Jerwell, profesor de teología. Según Ellegard, Jesús fue “una ficción aparecida tardíamente… sobre la base de las palabras que San Pablo dijo de él” (p.68), y lo proclamó como mesías. El origen de la iglesia estaría en Pablo, que congregó a miembros de los esenios, la comunidad del Mar Muerto (Qumrán): Jesús sería otro nombre para su “Maestro de Justicia”, que había muerto mucho tiempo atrás, pero el cristianismo borró (!) toda referencia a los esenios --¿cómo lo sabe? La relación del cristianismo con los esenios es un tema ya trillado, que por parte de los que han estudiado los documentos han puesto en evidencia que difícilmente podría provenir el uno del otro, y por parte de los novelistas ha dado origen a muchas teorías que se han vendido bien. Hiorth rechaza como válidos los supuestos y las conclusiones de Ellegard, especialmente en relación a los esenios (p. 80s).

Jacob Jervell, autor de un reciente masivo comentario sobre Hechos de los Apóstoles, es presentado por Hiorth con simpatía. Se trata de un estudioso del Nuevo Testamento que en sus publicaciones destaca el significado de Jesús, no tanto su historia, como es visto por Pablo y los evangelistas. Como teólogo y exegeta predomina el análisis de textos bíblicos más que preocupaciones con hechos o datos relacionados a la historia de Jesús y la iglesia.

Antes de concluir, el autor pasa rápida revista a las posturas de otros estudiosos: Gerd Lüdemann, Charles Dodd, Humphrey Carpenter, Geza Vermes, Rudolf Bultmann, Schuyler Brown, Albert Schweitzer, John Crossan, John Macquarrie, Ernest Renan, John Knox, Thorleif Boman, , James Dunn, Harvey McArthur, Gustav Aulen, Leander Keck y Steve Cooper. Es una selección variopinta de personas, algunos teológos, otros escritores, que han escrito sobre Jesús. Lo que Hiorth hace es resumir los respectivos libros sobre Jesús, algunos de los cuales expresamente recomienda, otros critica.

Para redondear su libro, el autor en un último capítulo presenta su propia opinión sobre “El Jesús Real”. Es la parte más personal. Es una presentación positiva, bastante balanceada de la personalidad y del mensaje de Jesús y sus seguidores. Una vez más, el autor está bien informado y sus opiniones recogen la opinión común de los eruditos en la cuestión del Jesús histórico y los orígenes de la Iglesia. Puesto que el Nuevo Testamento es mi campo de dedicación, no he encontrado muchas novedades, pero quizás el lector medio sí las encuentre. El libro es una síntesis que, a través de las opiniones de varios escritores, pone al lector en contacto con posturas muy variadas, hasta contrarias, en relación a la persona de Jesús. En lo personal, el libro de Hiorth me ha puesto en contacto más cercano con las opiniones de varios escritores sobre cuyas publicaciones poco o nada conocía, y eso se lo agradezco. El estilo es agradable, coloquial, aunque a veces algo telegráfico. La presentación de la traducción castellana es buena y, aparte de la encuadernación (económica), es “amigable”. Recomiendo el libro para quien quiera familiarizarse en algo con el problema del Jesús histórico a través de diferentes opiniones, si bien recomendaría complementarlo con alguno que presente el asunto directamente con conocimiento de la problemática, como es el libro de E.P. Sanders, que Hiorth mismo sintetiza: La figura histórica de Jesús, Ed. Verbo Divino 2001.

Marzo 2003

Eduardo Arens, S.M. (Doctor en teología y profesor del Instituto Superior de Estudios Teológicos de Lima, y autor de The Elton-Sayings in the Synoptic-Tradition, La Biblia sin mitos, Apocalipsis: ¿revelación del fin del mundo?, Los Evangelios, ayer y hoy entre otros libros).


*N.E.: En realidad Finngeir Hiorth es un ateo declarado y uno de los más importantes "ateólogos" europeos.

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