jueves, 18 de junio de 2020

SER ATEO NO ES SUFICIENTE

Manuel Abraham Paz y Miño, Lic. en Filosofía, Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), y M.A. en Ética Aplicada, Universidad de Linköping (LIU)
Correo-e: mapymc@yahoo.com


Desde la Ilustración la religión fue herida de gravedad especialmente en Europa, aunque no de muerte, como lo evidencia el reavivamiento religioso en los EE.UU. y los países anteriomente socialistas favorecedores del ateísmo, la filosofía materialista y la ciencia. Con todo, alrededor del mundo además de las mayorías creyentes fideístas encontramos tanto a gente religiosa que puede ser crítica de su propia fe como no religiosa que puede ser deísta, agnóstica o atea.
El deísta ya dejó de creer en la religión convencional pero cree en algún ser supremo creador del mundo aunque no interventor en él. El agnóstico puede ser indiferente al problema de Dios o simplemente renuncia a todo pronunciamiento sea a favor o en contra y con el tiempo quizá puede volverse o creyente o ateo. El ateo está seguro que no hay ningún dios pero puede tener más de una actitud frente a la religión. Puede haber ateos silenciosos o declarados.

Ateos encubiertos
Si los ateos son silenciosamente cautos con respecto a su incredulidad la encubrirán puesto que no querrán hacerse problemas con el resto de sus familiares o amigos creyentes. Incluso asistirán a ritos religiosos por causas familiares, amicales o profesionales participando cuales creyentes para así evitar ser segregados o peor aún ser rechazados y ganarse problemas en un medio social predominantemente religioso. Aunque piensan que no hay ningún dios y son indiferentes con respecto de las creencias religiosas, pueden ir a la iglesia no sólo para socializar sino también para participar de ceremonias como el bautismo, el matrimonio o el entierro de alguien, perpetuando, con su asistencia a los mismos, la creencia y dependencia en lo sobrenatural no comprobado. El problema con los ateos pasivos y clandestinos es que ellos están en complicidad con la religión con su silencio y participación en los rituales religiosos que perpetúan la creencia y dependencia en seres invisibles sobrenaturales. Por supuesto, al mismo tiempo en esa clase de situación pueden mantener sus trabajos (u obtener mejores), amigos y seres queridos que son más o menos creyentes como la mayoría de peruanos lo son. Hay ateos que quieren estar en el medio, así que dicen que son "agnósticos". Temen las represalias de la iglesia o ser boicoteados en los medios de comunicación o perder sus seguidores políticos, clientes, lectores o público.
Este tipo de ateos encubiertos incluso pueden tener padres, parientes cercanos o cónyuges quienes son practicantes religiosos y de esa manera no quieren estar en conflicto con sus seres queridos. Pero los conflictos son inevitables en matrimonios con miembros con dos puntos de vista diferentes de la vida. Los niños serán educados finalmente según una ética atea o moral religiosa. Aunque los esposos con visiones distintas pueden llegar a algún trato acerca de tan importante asunto como es la educación de los niños, uno de ellos puede ceder. Si el ateo cede, su ateísmo está condenado a muerte y será reemplazado por alguna religión. Por supuesto el ideal de los no creyentes, y los creyentes, es que sus cónyuges sean de su misma opinión para evitarles conflictos a sus hijos. Así, es muy importante que existan grupos o asociaciones de no creyentes en los dioses o las religiones en los cuales tanto los varones como las jóvenes se conozcan y dado el caso se formen parejas.

Ateos declarados
Por otro lado, los ateos activos se declaran abiertamente no creyentes en ningún dios o religión. Sus parientes y amigos saben su posición muy bien –así como los que le piden su opinión sobre la fe o limosnas para alguna caridad cristiana--. Tales infieles de la religión son sinceros respecto a su increencia en Dios y en cualquier religión y pueden ser respetuosos de las religiones y los creyentes, es decir, no se burlan de ellos ni mucho menos los insultan. Pero también puede haber ateos activos muy ácidos en sus críticas de las creencias religiosas llegando al punto de la intolerancia.

Ateos de derecha y de izquierda
Políticamente hay tanto ateos izquierdistas como derechistas en el Perú –y claro creyentes en ambos lados. Los primeros pueden ser marxistas o anarquistas, y los segundos pueden ser liberales o ultraliberales (esto es, mercantilistas). Los marxistas, por supuesto, han perdido número, prestigio y credibilidad en el Perú principalmente a causa de la guerra sangrienta entre el grupo maoísta derrotado "Sendero Luminoso" y el Estado peruano vencedor entre las décadas de 1980 y 1990, y ciertamente también a causa de la claudicación ideológica de muchos de ellos por la caída del Muro de Berlín y el fracaso del marxismo realmente existente en los llamados países socialistas. Debido a la gran pérdida entre los jóvenes de seguidores marxistas, los anarquistas han tenido cierto reavivamiento en los años últimos especialmente a través de algunas bandas de rock, reediciones populares de sus pensadores clásicos incluyendo al peruano Manuel González Prada y, por supuesto, algunos periódicos de diversos grupos pequeños de anarquistas peruanos.
Por supuesto que también hay un repunte de los movimientos nacionalistas e indigenistas y de los grupos liberales.

No es suficiente ser sólo ateo
Por eso no basta ser o declararse sólo ateo, esto es, un no creyente en los dioses o las religiones. Un ateo per se no es necesariamente una persona ética o decente –aunque manifestarse como tal en sí ya es un acto sincero, valiente y heroico en medio de una sociedad supersticiosa y atrasada. Por todo el mundo se puede encontrar tanto ateos egoístas o hipócritas e incluso racistas como ateos fraternales o sinceros y hasta filantrópicos. Ciertamente los ateos no creen en ningún dios pero algunos de ellos, sin mayor base racional y científica, pueden no ofrecer argumentos filosóficos o peor, pueden ser seguidores de la astrología o de alguna otra pseudociencia e incluso de supersticiones y afirmaciones paranormales.
Así sería mucho mejor si los ateos fueran también convencidos y practicantes de valores como la honestidad y el coraje, conocedores y favorecedores del conocimiento científico, y así cuestionadores de las creencias sobrenaturales, paranormales y no comprobadas. Y sería excelente que se agruparan y hagan oír su voz, si no la mayoría de ellos a través de los medios de comunicación convencional, a través de Internet publicando páginas web y bitácoras o blogs de opinión. Felizmente en el Perú ya hay varios grupos activos de ateos, humanistas y racionalistas que, aunque pequeños, están en crecimiento. Y de seguro aparecerán más ya que conforme hay más grupos fundamentalistas paralelamente aparecen los grupos que los cuestionan.

(Publicado originalmente el 26.01.2009 en: https://humanarazonperu.blogspot.com/2009/01/ser-ateo-no-es-suficiente.html?m=1)


EL ATEO FRENTE A LAS CREENCIAS

Dante Bobadilla Ramírez, Lic. en Psicología, Universidad Inca Garcilazo de la Vega (UIGV),  Mag. en Psicología clínica y doctorando, Universidad de San Martín de Porres (USMP)
Correo-e: ldbobadilla@gmail.com


Una postura muy común entre los creyentes consiste en afirmar que el ateísmo es otra forma de creencia, y que el ateo también tiene fe en algo. Esta es otra de esas ideas simples y espontáneas que surgen desde el desconocimiento absoluto, y confirma que las personas son capaces de hallar respuestas de todo tipo con solo intentarlo. Es una capacidad humana que ha permitido abrazar toda clase de creencias, no solo religiosas, en la búsqueda de respuestas a toda clase de inquietudes. Las creencias religiosas son solo una de las muchas clases de creencias que conviven en la mente de las personas. Todas las creencias humanas han surgido como intentos simples de explicar cosas que no se entienden. Esto ha sido así desde el origen de la humanidad, por lo menos desde que se tuvo conciencia. Y es solo por esto que siempre hemos convivido con creencias de todo tipo, no solo religiosas, repito. Hay creencias sobre deidades, pero también otras creencias místicas sobre diversas entidades como espíritus (buenos y malos), fuerzas ignotas como “la energía”, (sea de la madre Tierra, del Cosmos, las piedras, Machu Picchu o lo que se les ocurra), la conjunción de los planetas, el karma, la influencia de la naturaleza (montes, bosques, aire, agua, etc.). La única ventaja de las religiones dominantes es que han sabido dejar por escrito sus creencias, contar buenas historias, organizarse mejor y, sobre todo, aliarse con el poder. Esa es toda la diferencia. Lo cual no impide que la gran mayoría de las personas conviva con un verdadero sancochado de creencias en la cabeza, ya que a la par de sus creencias religiosas, permanecen llevándose por la superstición, el ocultismo, la chamanería, la brujería, la santería, la astrología y otras muchas formas de creencia bastante extendidas. Si bien es cierto que la cara más visible de las creencias populares es la religión, eso no debe llevarnos a ignorar que la gran mayoría convive aun con una amalgama de creencias muy amplias y diversas. Por algo son todavía muy populares los brujos, chamanes y curanderos, así como la venta de toda clase de supercherías místicas y milagrosas.

Un ateo es alguien que simplemente está liberado de creencias y que no necesita creer. Esto es importante destacar, pues hay además ciertas condiciones psicológicas que llevan a las personas abrazar ciertos tipos de creencias, además de la ignorancia, por supuesto. De hecho existe el tipo de “personalidad mística”, muy bien descrito por la psicología. Pero sigamos con el ateo. Decíamos que el ateo no tiene esta necesidad de creer. No es que el ateo tenga otra creencia sino que no tiene ninguna. Para el ateo bastan las explicaciones racionales de la ciencia o incluso ninguna. Muchos ateos son gente práctica que vive confiando en conocimientos extraídos de comprobaciones fácticas, y no les interesan cosas misteriosas como “la trascendencia de la vida”. Unos tenemos incluso el arrojo de enfrentarnos a las supersticiones más populares, como el de pasar por debajo de una escalera sin ningún temor. Otros, prefieren las explicaciones de la ciencia y las buscan. Por supuesto, los creyentes también insisten en que la ciencia es otra clase de creencia, pero siguen en un error. Las matemáticas, por ejemplo, no son creencias. Si usted cuenta cinco dedos en cada una de sus dos manos puede estar seguro de que tiene diez dedos en total. La física es el estudio de la realidad y sus enunciados son comprobables, por lo que no hace falta creer a ciegas, como en el caso de las creencias irracionales. Basados en los datos de la ciencia física los científicos pueden programar un viaje por el Sistema Solar hacia un planeta específico, algo que no sería posible si fuera una creencia, pues las creencias no se sustentan en la realidad sino en la fantasía. Para decirlo de modo más simple: una creencia es una idea que surge de la imaginación y pervive en la fantasía, mientras que el conocimiento científico surge desde la realidad y se somete a comprobación experimental. Es una enorme diferencia. De ninguna manera pues puede sostenerse que la ciencia es otra forma de creencias. Quien afirma tal cosa simplemente no conoce lo que es la ciencia.

Por último, hablemos de la fe. Para decirlo de una manera simple, la fe es una especie de obsesión que lleva a creer ciegamente en algo que no existe, no se puede ver ni se puede comprobar, y que por lo tanto permanece solamente a nivel de la fantasía y la retórica. Por eso es propio de la charlatanería mística, donde cualquier cosa puede ser dicha sin temor, pues no hay forma de comprobarla. Este es el arte de los predicadores que hablan de cosas tan misteriosas como la “voluntad de Dios”. Todo lo que requiere de fe, lo hace porque al no ser parte de la realidad, no hay otra manera de convencerse de su certeza más que por un acto de fe, es decir, por el puro deseo de creer. Hasta cierto punto, la fe podría ser una especie de perversión mental consistente en otorgarle características reales a cosas que solo existen en la imaginación y el discurso. Cuando ocurre esto a nivel de las fantasías personales, entonces hablamos de psicosis. No necesitamos de la fe para percibir la realidad, pues para ello bastan los sentidos. La fe es una exigencia mística impuesta por los charlatanes para que la gente admita sus enunciados sin exigirles pruebas de lo que dicen. Para colmo, les hacen creer que tal sometimiento mental es una virtud. Y no cualquier virtud, sino la más importante.

Cada vez que la ciencia encuentra respuestas que destruyen creencias, los creyentes huyen más lejos para refugiarse en los rincones donde la ciencia aun está conjeturando, aunque tengan ya teorías muy fuertes, como el origen del universo y de la vida. Muchos creyentes siguen predicando sus pamplinas acerca de cuestiones que ya han sido plenamente explicadas por la ciencia, pero que los creyentes siguen ignorando o prefieren combatir porque ataca los principios de su fe, como es el caso de la evolución de las especies. Incluso han llegado a prostituir la ciencia para socavar sus cimientos y vender sus embustes en empaques seudocientíficos. Así han llegado al ridículo de montar una “ciencia cristiana” con teorías descabelladas como el “diseño inteligente”. Toda “ciencia cristiana” es una seudociencia que, detrás de sus conceptos enrevesados, sigue basándose en creencias de la religión, como la voluntad de un ser supremo. Al final, esta seudociencia cristiana siempre necesita apelar a la intervención divina para explicar el “misterio” con el que ha chocado. Nada nuevo, en realidad.

El ateo no es pues otro creyente. Es solo alguien que no necesita creer y que prefiere la realidad antes que la fantasía. La vida de un ateo es mucho más simple, no necesita de oraciones para esperar ayuda divina, ni de charlatanería dominical, ni de ritos. No necesita creer en la vida eterna para controlar su angustia existencial, ni en la salvación de las almas para confrontar su temor a la muerte. El ateo se conforma con lo que hay. No necesita llenar la casa de espíritus para sentirse acompañado. No requiere pedir ayuda a seres imaginarios mediante rituales absurdos. No requiere de bendiciones, amuletos o talismanes para sentir confianza en la suerte. El ateo, es, en suma, una de las personas más cuerdas y mentalmente más sanas.

Si me preguntan qué te puede llevar al ateísmo la respuesta más simple e inmediata es el conocimiento. Pero no cualquier conocimiento. Si eres un especialista en cualquier área específica de la ciencia, como la medicina o la química, eso no te llevará al ateísmo porque esos conocimientos no tienen conexión alguna con tus creencias. No todas las especialidades de la ciencia colisionan necesariamente con las creencias religiosas, por lo que no es raro encontrar cierta clase de científicos creyentes, aunque la mayoría de ellos probablemente hayan descartado ya muchas de sus supersticiones. La mística religiosa se mantiene a pesar de los conocimientos científicos, a menos que colisionen con enseñanzas religiosas. Para los creyentes, el cielo sigue siendo desde la más remota antigüedad, el escenario místico por excelencia. Todavía hoy se habla del cielo como el lugar donde reside Dios. Pero hoy, gracias a la ciencia, sabemos que no existe ese lugar místico descrito por las creencias religiosas. Sin embargo, esta comprobación fáctica no ha eliminado las creencias místicas alrededor del cielo. Nada ha cambiado para las religiones. Lo que ha pasado es que mantenemos en paralelo el conocimiento científico de la atmósfera y las creencias místicas del cielo. Esto mismo ocurre con muchos científicos que llevan en paralelo sus conocimientos junto con sus creencias, como los médicos que actúan usando sus conocimientos de los principios biológicos que gobiernan el organismo y, sin embargo, siguen invocando ayuda divina. Esto es algo que solo la psicología puede explicar.

Finalmente, estoy convencido de que no hay mejor cura para el mal de las creencias que el conocimiento de esas mismas creencias, es decir, su historia. ¿Por qué la gente no cree en Supermán? Porque todos saben que se trata de una historieta creada por un autor. Y lo mismo pasa con Papa Noel, en quien la gente deja de creer apenas conoce el origen de este mito. Conocer el origen de una creencia puede ayudar mucho a desmontar el mito. Lamentablemente esto es algo que no se enseña. Solo se les enseña la Biblia pero ignoran los orígenes y vericuetos que han pasado los libros de la Biblia a lo largo de 5 mil años. Pero resulta sorprendente y desalentador que en pleno siglo XXI una cuarta parte de personas siga creyendo literalmente en lo que dice la Biblia.

En resumen, podría decir que un ateo es alguien que simplemente conoce el origen de las creencias religiosas, así como la historia y los mitos de los pueblos antiguos, pero sobre todo, la historia de las religiones. A nosotros ya no nos cuentan cuentos. Y, en efecto, es cierto que la verdad nos hace libres.


EUPRAXOFIA # 9: ATEÍSMO


Lima, julio-agosto del 2020

Contenido

Dante Bobadilla Ramírez, Lic. en Psicología, Universidad Inca Garcilazo de la Vega (UIGV),  Mag. en Psicología clínica y doctorando, Universidad de San Martín de Porres (USMP)

SER ATEO NO ES SUFICIENTE

Manuel Abraham Paz y Miño, Lic. en Filosofía, Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), y M.A. en Ética Aplicada, Universidad de Linköping (LIU)

DEL CRISTIANISMO AL ATEÍSMO: MI EXPERIENCIA PERSONAL

Héctor Ávalos, Mag. en Teología y PhD en Estudios bíblicos y del Medio Oriente,
Profesor de Estudios religiosos, Universidad Estatal de Iowa

ATE@ VERSUS TRES DEFINICIONES DE DIOS 
Nick Sarmiento Alvarado, Bachiller de Ciencias, España, y operador maquinista, Holanda

RELACIONES ENTRE ATEÍSMO, FILOSOFÍA, MISTICISMO Y RELIGIÓN
Omar Hermoza Delgado, Artista plástico y autor independiente 

Daniel Galarza Santiago, Pasante de Filosofía, Universidad de Guadalajara y autor del blog El escéptico de Jalisco

Olger Antonio Chávez Sánchez Silva,  Diseñador, crítico autodidacta y autor del blog Humanismo Naturalista Científico

Por Manuel Paz y Miño, filósofo y docente

(Sabiduría para la buena vida)

CONVOCATORIA: EL ATEÍSMO

EUPRAXOFIA (Sabiduría para la buena vida), revista humanista secular que promueve una filosofía y una ética basadas en la razón y la ciencia, le invita a colaborar con un artículo para su número 9 sobre el tema:

EL ATEÍSMO

¿Qué significa? ¿En qué se basa? ¿Qué propone? ¿Cuáles son sus tipos?

Los artículos deben:

-incluir el nombre del o los autores, su grado y/o título académico (si lo tuvieran) y su correo-e.
-no ser de más de 10 páginas (tamaño A-4) a un espacio con resúmenes y palabras clave en castellano e inglés.
-en caso de usar citas, mencionar las fuentes bibliográficas (el estilo es libre).
-ser enviados como archivos Word al correo-e: mapymc@yahoo.com

FECHA LÍMITE DE RECEPCIÓN DE ARTÍCULOS: 

15 DE AGOSTO, 2020, 10 PM

EUPRAXOFIA es una revista de Humanistas Racionalistas del Perú (HURA-PERU)

miércoles, 17 de junio de 2020

LOS AMIGOS DE JESÚS

Germán Ciganda
Escritor y divulgador del ateísmo y del librepensamiento racionalista

Cristo y Zaqueo, por Niels Larsen Stevns. 1913.

Cuando Jesús inició su ministerio, se dedicó por completo a predicar el evangelio. Es decir, era su única actividad. Y algunos podrán decir: ‘¡Qué bueno…!’. Pero muy pocos se preguntan de qué vivía Jesús - económicamente hablando, claro- .

Mucha gente tiene una idea muy cinematográfica acerca de la vida de Jesús: piensan que se la pasaba todo el día caminando de aquí para allá, predicando el evangelio y haciendo milagros por doquier. Sin embargo, había otra actividad que Jesús hacía, y que la podemos encontrar en la Biblia, pero de manera implícita, y era la de buscar personas que financiasen su actividad política y religiosa.

Para decirlo en otras palabras, Jesús buscaba personas con mucho poder y dinero para que lo apoyen política y económicamente. De allí -de sus financiadores- Jesús obtenía el dinero que necesitaba para vivir y para dedicarse a seguir difundiendo su ideología.

La mayoría de gente tal vez se imagina que Jesús vivía como un mendigo, que no tenía donde recostar la cabeza y que comía de la sobras que le daba la gente por ahí. Creen que Jesús vivía de pequeñas ofrendas de la gente común y cosas por el estilo.

¡Pero no!... en realidad no era tan así. Seguramente Jesús y sus discípulos recibían pequeñas ofrendas de la gente común, pero el verdadero poder de Jesús radicaba en el apoyo que recibía por parte de personas ricas, económicamente: ¡personas con mucho poder y dinero!
¿Pero qué tipo de personas con poder y dinero financiaban a Jesús?

Zaqueo
Zaqueo -por ejemplo- era un hombre rico, dice la Biblia. Y además de ser recio, era jefe de los publicanos. (Lucas 19:2) Es decir, Zaqueo no era una persona cualquiera; tenía un estatus social elevado: ¡era un jefe encargado de efectuar la recaudación de los tributos! -impuestos- (¡nada más y nada menos!).

Dice la Biblia, que cuando Jesús estaba entrando a la ciudad de Jericó, no obstante la multitud, vio a Zaqueo que estaba subido arriba de un árbol, esperando verlo pasar -ya que era de baja estatura- Pero Jesús se detuvo en medio de la multitud e invitó a Zaqueo a bajarse del árbol, porque quería posarse en su casa. (Lucas 19:5) Y Zaqueo, encantado, lo recibió en su casa...
Entonces podríamos preguntarnos: ¿Por qué, en medio de la multitud, Jesús vio a Zaqueo arriba de un árbol y le propuso justo a él, ir a su casa juntos? ¿Tal vez porque le dio lástima verlo subido arriba de un árbol…? No creo...

Evidentemente Jesús tenía el dato acerca de quién era Zaqueo; y aunque la Biblia no da muchos detalles de lo que hablaron en privado, muy probablemente podríamos suponer que además de hablar de temas espirituales, habrán hablado también de temas económicos.

Supongo que Jesús sabía que Zaqueo le podría ser de gran ayuda: era una persona ideal para ser un financiador de su causa. Y por eso, no es difícil suponer que Zaqueo haya aportado mucho dinero para financiar a Jesús. Porque Zaqueo era rico, y además se jactaba de ello. (Lucas 19:8).

José de Arimatea
Otra persona clave en la vida de Jesús, fue José de Arimatea, quien además de ser un hombre rico, ¡fue también su discípulo! (Mateo 27:87).

Pero no lo declaraba públicamente por miedo de los judíos (Juan 19:38).
A la riqueza de José de Arimatea, debemos agregar que pertenecía al concilio, es decir al sanedrín, el tribunal supremo de los judíos, por lo tanto ¡tenía mucho poder!
Fue él -José de Arimatea- quien pidió para hablar con Pilato para que le diesen el cuerpo de Jesús; y Pilato accedió.

No cualquiera tenía acceso directo para comunicarse con Pilato, y mucho menos para pedirle algo. Pero José de Arimatea lo hizo, ¡porque era un hombre rico y poderoso!

Y a esta clase de amigos poderosos, Jesús no los llamaba 'mis ovejas'.

¿Se dan cuenta? Ésta era la clase de gente, con poder y dinero, que  Jesús tenía como amigos.

Y aunque la Biblia no da muchos detalles de la vida de José de Arimatea, como discípulo de Jesús, no es descabellado suponer que este haya sido una persona de fundamental importancia para sostener económica y políticamente la organización de aquel que aseguraba ser ‘el hijo de Dios’.

Mateo
El discípulo Mateo, también fue una persona clave. Jesús necesitaba una persona como Mateo en su círculo de confianza más cercano…¿Para qué?: ¡para manejar las finanzas!; porque alguien debía hacerlo, y manejar dinero no es para cualquiera. Y Mateo era un hombre entendido en materia financiera. Él estaba sentado al banco de los tributos públicos -trabajando con dinero- cuando Jesús lo vio y le dijo: ´¡Sígueme!’ (Mateo 9:9) Y Mateo lo siguió...

Y podemos suponer que Mateo era un hombre de una muy buena posición económica, porque ese mismo día que decidió seguir a Jesús, dice la Biblia, ¡que hizo un gran banquete en su casa, con mucha gente! (Lucas 5: 27-29).

El Centurión
Otro poderoso amigo -o por lo menos, seguidor de Jesús- era un centurión: un militar del ejército romano. Y por como está relatada la historia, podemos suponer que el centurión conocía muy bien a Jesús, y aunque no lo siguiese físicamente, como los otros discípulos, ideológicamente sí lo hacía.
El relato bíblico dice que el centurión vino hasta donde estaba Jesús ¡y le rogó que sanase a su criado!

Y acá notamos algo muy raro y llamativo: ¿un militar de alto rango que le ruega un favor a un civil?

¡El centurión podría haber sido condenado a muerte por ir a buscar asistencia médica fuera del ejército romano! Y, sin embargo, lo hizo.

Evidentemente había una relación personal previa entre Jesús y el centurión, porque cuando éste le dijo: ‘Señor, no soy digno de que entres en mi casa’ (Mateo 8:5), Jesús no se planteó cuán indigno fuese el centurión, para entrar, o no, en su casa.
Aparentemente a Jesús no le importaba ir a la casa del centurión, sino que éste -un militar de alto rango- se humillase ante él y lo llamase públicamente ‘Señor’, para así hacer notar un grado de superioridad delante de la gente.

Y tal vez ni siquiera haya sido cierto que el centurión tuviese un criado enfermo; tal vez colaboró con Jesús -haciendo una farsa públicamente- para apoyarlo políticamente.

Nicodemo
Nicodemo también era otro amigo -o por lo menos, hombre de confianza- de Jesús, ya que solía ir a hablar con él, pero de noche, a escondidas. (Juan 3:2) ¿Quizás Nicodemo le llevaba a Jesús información política sensible, y por eso iba a verlo de noche?
Y recordemos que Nicodemo tenía un alto rango social: era un principal entre los judíos. Es decir, este era otro contacto muy importante que tenía Jesús.

Pilato
Poncio Pilato era un político muy poderoso: era gobernador de Judea. Y por lo que leemos entre líneas en los relatos bíblicos, podemos deducir, que si no era amigo de Jesús, tenía una inmensa simpatía por él.
Esta simpatía, o tal vez amistad, entre Pilato y Jesús, llevó a Pilato a intentar -desde un primer momento- salvar a Jesús de la crucifixión.

Y esto se puede notar cuando Jesús fue llevado a la casa de Caifás - el sumo sacerdote- allí ‘Pilato salió a ellos, preguntándoles: '¿Qué acusación traéis contra este hombre?’ (Juan 18:28,29).
Pilato ‘salió a ellos’; es decir, tomó la iniciativa de ir a reclamar ante los que acusaban a Jesús, ¡para salvarlo!

¿Qué necesidad tenía Pilato de hacerlo?
Aparentemente Pilato no podía decir abiertamente que era amigo o simpatizante de Jesús, por eso, seguía todo el procedimiento burocrático que correspondía. Recordemos que todo esto se desarrollaba en un marco religioso, pero también político.

Y cuando Pilato estaba interrogando Jesús, y le preguntó: ‘¿Eres tú el rey de los Judíos?’ Y Jesús respondió: ‘Tú lo has dicho...’ (Mateo 27:11).

-‘¿Tú lo has dicho...?’.

¿Pero cuánta confianza tenía Jesús para hablar así con un gobernador?

¿Así se respondía a un gobernador en aquella época? ¡No, claro que no! -da la impresión como que eran dos personas que ya habían hablado previamente en otras ocasiones-.

Porque a un gobernador, se le respondía con respeto, tal vez anteponiendo la palabra ‘Señor’ o ‘Mi señor’, a lo que uno iba a expresar (como lo hizo el centurión cuando quiso demostrar respeto hacia Jesús llamándolo ‘Señor’).

Pero Jesús le respondió a Pilato, como quien responde a alguien de confianza, a alguien que uno conoce muy bien, probablemente, como quien responde a un amigo.

Por eso -tal vez por una amistad y por conveniencia política- es que Pilato insistía tanto, aún ante la presión pública, diciendo: ‘¡No hallo delito alguno en este hombre…!’.
Por lo tanto no es descabellado pensar que Jesús y Pilato hayan sido amigos.

Conclusión: Es muy fácil deducir que la actividad de Jesús no era exclusivamente de carácter religioso, sino también político. (¡sobre todo, político!).

Y también podemos deducir, que el movimiento religioso de Jesús manejaba ingentes sumas de dinero. Piensen solamente en el hecho de que Jesús tenía doce apóstoles que se dedicaban exclusivamente a la actividad religiosa, ¡y que cada apóstol debía mantener a su respectiva familia…!

Y no creo que las familias de los discípulos hayan pasado hambre…

Es decir, para pagarle un sueldo digno a doce personas -doce empleados- un empresario debe tener una actividad comercial muy redituable que genere muy buenos ingresos.

Ninguna organización religiosa subsiste sin dinero; y el dinero nunca proviene de ningún dios, sino de la gente común; de esa gente que no hace nada de 'extraordinario', pero que simplemente trabaja de sol a sol para mantener a sus ministros religiosos ¡y salvarlos de que no se mueran de hambre!






EUPRAXOFÍA # 17: EL HUMANISMO SECULAR EN EL MUNDO

 Lima, julio-diciembre, 2023 (Artículos según su orden de llegada) Sociedad Humanista de Singapur Proporcionado por Norhaiyah Mahmood,  Secr...