viernes, 25 de diciembre de 2020

¿VIDA DESPUÉS DE LA MUERTE?

(Imagen de steemit.com)


Manuel A. Paz y Miño, Director de Eupraxofía

Correo-e: mapymc@yahoo.com

La idea de una vida después de la muerte es universal

En primer lugar, según los descubrimientos arqueológicos y antropológicos, en casi todas las culturas hay pruebas de que han poseído o poseen creencias religiosas (1). Es decir, han tenido o tienen ideas sobre seres y estados sobrenaturales como dioses, almas inmortales, apariciones fantasmales, estados eternos de descanso celestial o de tormento, reencarnación en toda clase de seres, etc. según haya sido la vida que se haya tenido.

En segundo lugar, la ciencia actual ha registrado muchísimos casos de experiencias cercanas a la muerte (ECM) de pacientes a los cuales se les declaró fallecidos y que no mucho después volvieron a la vida. En las ECM, se puede tener experiencias extra corpóreas (EEC) donde los pacientes han declarado haber: visto sus cuerpos sin vida y las personas y los objetos que los rodeaban; estado en un túnel con una gran luz brillante al final donde les esperaba un ser especial o parientes ya muertos; sentido una gran paz y vuelto a una nueva vida.

Además, hay casos registrados de personas que han manifestado haber vivido en otros lugares como si hubieran sido otras personas, con nombres propios y de sus familiares verificados, e incluso con el conocimiento de idiomas que nunca aprendieron, como si sus almas hubiesen reencarnado.

¿Por qué entonces se cree en una vida después de la muerte?

Pero, ¿por qué en casi todas las épocas y lugares donde ha habido y hay seres humanos, hay la creencia que no todo se acaba con la muerte, de que hay una “vida después de la muerte”? Simplemente porque esa idea, alentada por las religiones, daba y da un anhelo de esperanza, un sentimiento de consuelo y un sentido de deber y justicia a muchos.

Al no lograr lo buscado, sentir felicidad o paz, ni obtener lo que uno piensa que se merece, justicia, misericordia o perdón, se espera hacerlo en la “otra vida” que será, supuestamente, bastante mejor que ésta breve y material donde muchas veces impera el mal.

Habría otra vida ya que el espíritu es incorpóreo e inmaterial y, por lo tanto, inmortal, permitiendo y continuando la existencia humana, sea en una dimensión espiritual o una corporal reencarnada. Así el espíritu o el alma es visto como superior al cuerpo cambiante, imperfecto y perecedero.

Esta creencia traería como consecuencia, el pensar que habría un castigo o una recompensa eternas después de la vida, de la muerte física del cuerpo, haciendo creer la idea de una justicia divina.

Fe versus evidencia

Lógicamente creer que algo exista no es prueba real de que lo sea. Y eso se sabe históricamente desde la refutación del argumento ontológico de Anselmo de Canterbury (1033- 1109) en su Proslogion (1078) conceptuó a Dios como «aquel del que nada más grande [que él] puede ser pensado», y que, por lo tanto, para que lo sea  debía existir en la realidad y no solo en el pensamiento. La primera refutación de este argumento la hizo Gaunilo de Marmoutiers (s. xi) quien usó la analogía de una isla perfecta en su En defensa del insensato, por lo que el razonamiento anselmiano podría utilizarse para demostrar muchas cosas inexistentes.

En otras palabras conceptualizar, definir o tener la idea de algo no necesariamente existe en la realidad, no la hace materializar mentalmente. Así podemos tener la idea de un centauro, un pegaso, una sirena, Superman, Batman, etc. sin que podamos hallar a ninguno de estos seres mitológicos e imaginarios en el mundo concreto.

En lo referente a las personas que han vivido sin duda ECMs, la sinceridad de su relato no es prueba definitiva de EECs y de una vida en el más allá. Hay casos donde los pacientes han tenido EECs viendo sus cuerpos parados o sentados frente a ellos sin necesidad de tener una ECM que serían alucinaciones producidas por alguna alteración neuroquímica y, análogamente, los han declarado tenerlas también habrían tenido una causa meramente cerebral.

Y en relación a la reencarnación, que alguien hable de que vivió en otra época y lugar como otra persona o incluso sepa los datos exactos de una y diga palabras y oraciones en una lengua diferente a la materna sin que la haya aprendido, no significa que haya sido esa persona de otro tiempo y espacio. 

Por el colegio, los libros, los periódicos, la radio, la TV y el cine, sabemos de gente de otras culturas, pasadas o presentes, sus costumbres y palabras básicas en sus idiomas, e incluso de su estado civil, familia, trabajo, enfermedades y accidentes que sufrió y de cómo murió.

Otra manera de aprenderlos pero también olvidarlos temporalmente se llama criptomemoria o memoria oculta: el sujeto, normalmente, un niño, pudo enterarse de la información precisa de un adulto o de expresiones exactas en una lengua diferente a la suya, sin querer y, posteriormente, recordarla olvidando dónde las aprendió (2).

Por lo tanto, ni creer en la otra vida ni pensar que se la experimentó son evidencias indudables que la haya no obstante la defiendan no solo la mayoría de los religiosos sino también determinados estudiosos como los filósofos y científicos (3) idealistas o creyentes.

¿Sobrevive o no la consciencia humana a la muerte?

Otra forma de plantear que haya otra vida después de la muerte que, como hemos visto, no se puede probar a partir de la fe o de los testimonios personales, es preguntar si la conciencia humana supervive o no a la muerte del cuerpo.

Para responder a esta pregunta debemos partir de lo que es consciencia. Podemos dar una definición de ella a partir de su función: la conciencia es el conocimiento que tenemos de las cosas que nos rodean y de nosotros mismos. 

Evidentemente, según lo que nos dice la ciencia actual, ese conocimiento se da a nivel cerebral, es un producto neuronal en interrelación con el medio ambiente. 

Un ejemplo histórico de la íntima relación entre cerebro y pensamiento es el caso del obrero Phineas Gage (1823-1860) quien, al sufrir un accidente que dañó seriamente su lóbulo frontal, experimentó un gran cambio en su personalidad y temperamento.

Ejemplos más cercanos los podemos observar en las personas que sufren enfermedades neurológicas, como el Alzheimer o la esquizofrenia, que afectan su memoria o que les producen alucinaciones. Y entonces, si el cerebro se enferma, falla, se apaga o muere la consciencia también lo hace.

Pero también hay filósofos e incluso científicos que especulan sobre una naturaleza de la consciencia independiente del cuerpo. De ese modo, plantean que el cerebro sería solo un medio para que la conciencia se manifieste. Y para eso se valen de los casos donde, a pesar de la pérdida notable de masa cerebral, el sujeto sigue teniendo sus facultades mentales normales o casi normales. Así, tenemos casos diversos de niños nacidos con poca masa cerebral o de adultos a los que se le extirpó medio cerebro que pudieron desarrollar en gran parte o no perder sus funciones cognitivas, respectivamente (4).

Sin embargo, ¿les sucedió eso porque su conciencia, pensamiento o mente es independiente de su cerebro? Parecería que hubiera pasado eso pero recordemos que aunque hay regiones cerebrales que han desarrollado funciones específicas, el cerebro funciona como un todo, y si no se han afectado zonas fundamentales, las capacidades cognitivas básicas se pueden desarrollar o no perderse debido a la plasticidad cerebral.

Conclusiones

-Aunque gran parte de la humanidad ha creído o cree en una vida después de la muerte por la existencia de un alma inmortal, y eso le ha dado y le da esperanza y hasta sentido, tal creencia no se puede sostener en el mundo real de los fenómenos fácticos.

-Si pensamos porque tenemos un cerebro, y no un alma, al morir el cerebro, terminan definitivamente nuestros pensamientos.

-Por lo tanto, si no hay otra vida después de ésta, entonces nuestra vida es breve y única.

-Y si sé es consciente entonces de la brevedad y la unicidad de la existencia, entonces se llegará a la conclusión de que no hay que desperdiciarla y que hay que aprovecharla al máximo. De esa manera podremos tener una vida digna de vivirse aunque no exista un premio o un castigo al morir.


Notas

(1) Según estudios antropológicos, la tribu amazónica de los pirahãs carece de la idea de un dios creador. Véase Iñigo García: “El increíble lenguaje de la tribu de los pirahãs”. 08/05/2007.

(2) Para más bibliografía crítica sobre el tema véase Paul Edwards: Reincarnation: A Critical Examination (Prometheus, 2001).

(3) Como los filósofos Platón, Aquino, Descartes o Bergson y los científicos como el psiquiatra Brian Weiss: Same Soul, Many Bodies (Piatkus, 2004) [Muchos cuerpos, una misma alma (Ediciones B, 2006)] o el neurocirujano Eben Alexander III:  Proof of Heaven: A Neurosurgeon's Journey into the Afterlife (Simon & Schuster, 2012) [La prueba del cielo: el viaje de un neurocirujano a la vida después de la vida, Simon and Schuster, 2013].

(4) Para más sobre estos casos, véase Paco Rego: “El extraordinario caso de Noah y otra gente sin cerebro”, 06/05/2017. Versión digital: https://www.elmundo.es/cronica/2017/05/06/5905ef96e2704ea8198b4613.html; y Daniel Mediavilla: “Lo que hemos aprendido gracias a seis personas que solo tienen medio cerebro”, 19 de noviembre, 2019. Versión digital: https://elpais.com/elpais/2019/11/19/ciencia/1574179325_069769.html

(Publicado originalmente en la revista Pensar el 8.11.2020 en:
https://pensar.org/2020/11/vida-despues-de-la-muerte/)

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jueves, 5 de noviembre de 2020

EL NEUROCIRUJANO QUE VIAJÓ AL MÁS ALLÁ

Alejandro Agostinelli

Editor de FactorElBlog.com y GZ El Lado Z de la Fe, en YouTube

Correo-e: aagostinelli@gmail.com


Dr Alexander (Life beyond death)     

El número de Newsweek


"El cielo es real", títuló en uno de sus números la revista Newsweek. Era un reportaje al doctor Eben Alexander, profesor en Harvard, quien aseguró haber estado una semana en coma profundo y recordar, al despertarse, una experiencia cercana a la muerte.

Su relato confirmó las ilusiones que Occidente se hace acerca del sitio a donde van las almas cuando desencarnan, un lugar angelical, colmado de mariposas y sonidos celestiales. En noviembre de 2008, Alexander había sufrido un cuadro de meningitis bacteriana fulminante, tras lo cual su cerebro "se apagó". La situación era delicada. Los médicos casi no tenían palabras de aliento para su familia. Siete días después salió del coma. Poco a poco —no inmediatamente- fue reconstruyendo sus "recuerdos de la muerte".

El médico dice que antes de su vivencia rechazaba la realidad de las llamadas Experiencias Cercanas a la Muerte (ECM). 

"Mi aventura comenzó en un lugar más alto que las nubes, inconmensurablemente superior. Había criaturas. ¿Pájaros? ¿Ángeles? Estas palabras han sido escritas más tarde, cuando estaba pasando a limpio mis impresiones. Pero ninguna palabra hace justicia a los seres que vi, que sencillamente eran formas superiores, diferente a todo lo que he conocido en este planeta". 

Jura que estas "criaturas" emitían fuertes sonidos, "como un canto glorioso", dice Alexander, "como expresiones de alegría", razonó más tarde. El sonido "era palpable y casi material, como una lluvia que puedes sentir en tu piel, pero no te moja". También había una mujer, que le dio tres mensajes: "Sois amados y apreciados, queridos, para siempre", "No tienes nada que temer" y "No hay nada que puedas hacer mal".

Lo que vivió fue la prueba de que el cielo existe, dijo. Tomó apuntes de sus sensaciones y publicó un libro, Proof of Heaven: A Neurosurgeon's Journey into the Afterlife ("Prueba del Cielo: Viaje de un Neurocirujano al Más Allá"), que salió en los EE.UU. el 23 de octubre de 2012.

El relato del doctor Alexander "es el más el más asombroso que he escuchado en más de cuatro décadas de estudiar este fenómeno, es una de las joyas de la corona de todas las experiencias cercanas a la muerte", bendice desde la solapa el pionero de este campo, el doctor Raymond Moody.

Aclarémoslo ya mismo: estas vivencias no son "más reales" por el hecho de que las experimenten médicos de Harvard. Pero el prestigio de este neurocirujano, que enseñó durante 15 años en el Hospital Brigham & Women de la Escuela de Medicina de Harvard en Boston, Massachusetts, EE.UU., refrescará las góndolas tras largo tiempo sin novedades en este rubro. Y, sin duda, será best-seller. "Diga que la muerte no existe y conseguirá que la multitud aplauda agradecida la buena noticia", escribió Isaac Asimov.

El relato del doctor Alexander obtiene una pátina excitante por su especialización en cirugía cerebral, su interés en temas de la consciencia y las vívidas imágenes que asegura haber recuperado de su memoria. Él es cristiano, una creencia que no sólo tiñe su interpretación de la experiencia sino la percepción y credibilidad de los otros. Pero fue su conversión a una creencia que no es validada por la ciencia (para la cual la consciencia no es una cosa aparte del cerebro) la que lo ha llevado a escribir este libro, ya que, explica él mismo, "experimenté algo tan profundo que me dio una razón científica para creer en la conciencia después de la muerte".

La triple condición de Alexander (creyente, científico y protagonista de una ECM) parece justificar un retorno a los tópicos que plantean estas experiencias: si existe vida después de la muerte, cómo nos prepara el cerebro para ese momento y cuánto hay de cierto y cuánto de fantasía en lo que cuentan estas personas. Un debate que mantuvo vivo por largo tiempo entre los argentinos el escritor Víctor Sueiro (1943-2007), autor de varios best-sellers dedicados a promover la existencia del Más Allá (ver dossier sobre el caso en Dios!).

Algunas contenidos adelantados por la reciente edición norteamericana de la revista Newsweek y la página web permiten inferir que el libro regresa sobre las constantes reunidas por Moody en 1975 para este tipo de experiencias, a saber:

- sonidos audibles tales como un zumbido

- una sensación de paz y sin dolor

- tener una experiencia extracorporal (sensación de salir fuera del cuerpo)

- sensación de viajar por un túnel

- sentimiento de ascensión al Cielo

- ver gente, a menudo parientes ya fallecidos

- encontrarse con un ser luminoso

- ver una revisión de su vida

- sensación de aversión con la idea de volver a la vida.

Una vez que el viajero se reclina sobre la camilla, asegura que su visión de la realidad y sobre el universo han cambiado radicalmente: él está listo para asumir "una vida más espiritual", un concepto que muta en arreglo al contexto cultural del experimentador. De igual modo, los seres, las notas musicales y otros aspectos de la experiencia varían conforme la religión que profesa cada protagonista, sumada la tendencia a rechazar la comparación de la experiencia con un "sueño lúcido", ya que los recuerdos no son numinosos, sino extraordiariamente vívidos.

"Estuve Muerto" (conducido por Pedro Erquicia, en Documentos TV) es uno de los escasos buenos documentales sobre el tema disponibles en la red. (Duración: 50')

La Ascensión al Empíreo por el Bosco, 1490 

Susan Blackmore

Estas constantes han permitido elaborar diferentes explicaciones plausibles para las ECM. Y basadas en la evidencia científica, esto es, que prescinden de cualquier hipótesis sobrenatural. La doctora Susan Blackmore llamó la atención hacia el hecho de que ver luces brillantes parpadeantes o experimentar la visión del túnel y otras alucinaciones visuales geométricas, no sólo son cosas que pasan en experiencias cercanas a la muerte, sino en episodios de epilepsia, migraña, al quedarse dormido, al meditar, al relajarse, presionando ambos globos oculares o al tomar alucinógenos como el LSD, el cannabis, la psilocibina o la mescalina.

En 1930 Heinrich Klüver, profesor de la Universidad de Chicago, notó cuatro formas constantes en las alucinaciones: túnel, espiral, telaraña y trama o red cristalina. Klüver advirtió que su origen quizá era la estructura de la corteza visual, el área del cerebro que procesa esta información. Blackmore, inspirada por trabajos realizados por Jack Cowan, neurobiólogo de la Universidad de Chicago, explicó la visión del túnel por un efecto de desinhibición de la actividad del cerebro: este exceso de actividad genera que las fajas de neuronas activas en la corteza aparezcan como anillos concéntricos, túneles o espirales en el campo visual.

Para poner a prueba estas ideas, Blackmore diseñó un programa informático que simulaba el funcionamiento del cerebro en una situación de desinhibición e intentó ver qué ocurría si un ruido eléctrico aplicado en la corteza cerebral comenzaba a crecer gradualmente. "El programa —escribe Blackmore— comienza con puntos de luz finamente diseminados, con más puntos en el medio y muy pocos en los bordes. El número de puntos aumenta de a poco, imitando el ruido creciente. El centro comienza a verse como una burbuja blanca y los bordes externos incorporan más y más puntos. Y así se expande, hasta que, por fin, la pantalla se llena de luz. La apariencia es exactamente como la de un túnel oscuro con pequeños puntos de luz, con una luz blanca al final. Luego la luz se hace mayor (o más próxima) hasta cubrir toda la pantalla".

De acuerdo con Blackmore, las ECM serían una ilusión perceptiva debida a la excitación al azar de grupos de neuronas de la corteza cerebral. Así, el protagonista vivirá la ilusión de volar a través de un túnel oscuro, hacia una salida iluminada. Las creencias religiosas o las influencias culturales del sujeto determinarían la interpretación de la experiencia, incluido el sentimiento de unidad con lo sagrado, ligado a los replanteos vitales que suceden a esa realista sensación de haber estado a punto de morir, y volver para contarlo.

Las experiencias extracorpóreas (EEC, o "viajes astrales") están relacionadas con el reemplazo del ambiente real por imágenes almacenadas en la memoria. "Los modelos de memoria —afirma la psicóloga inglesa— generalmente se construyen desde una perspectiva aérea. La vivencia parece real porque es el mejor modelo que el sistema dispone en ese momento".

En el año 2007, The New England Journal of Medicine publicó el estudio de un caso donde un grupo de científicos —con la intención de tratar un caso de tinnitus— aplicó unos electrodos a un paciente, a quien estimularon la región del cerebro relacionada con el giro angular derecho. El experimento le generó la sensación de que se hallaba a 50 centímetros por detrás de su cuerpo. Otros autores dicen que las "vistas aéreas" propia de las EEC están relacionadas con la percepción que tenemos de nosotros mismos, la orientación y el equilibrio vestibular. También explican que puede causar el mismo efecto una estimulación generada por el flujo sanguíneo cuando grandes arterias convergen cerca del giro angular dentro del cerebro. "Si algo comprime esta área, nuestras sensaciones corporales pueden llegar a desorientarse. Podemos llegar a sentir que nuestro cuerpo está flotando sobre la mesa de operaciones o la escena de un accidente de tráfico", escribe Sandra Blakeslee en su libro El mandala del cuerpo (2009).

En un experimento de 2004, realizado por doctora Willoughby B. Britton y Richard R. Bootzin, de la Universidad de Arizona, tomó a 23 personas que afirmaron vivir una ECM y un grupo de control, integrado por personas que nunca tuvieron un estrés post-traumático. Mientras los sujetos dormían, los científicos escanearon sus cerebros y notaron que los patrones de sueño de cada grupo eran muy diferentes: el 20% de los que informaron haber visto la "luz al final del túnel" mostraban el mismo patrón en el lóbulo temporal que los enfermos de epilepsia y mayor actividad en la zona asociada con las vivencias místicas y religiosas.

¿Por qué es significativo que la actividad en el lóbulo temporal tenga que ver con las alucinaciones generadas durante las experiencias cercanas a la muerte? Porque quienes tuvieron estas experiencias —sugiere la investigación— serían personas fisiológicamente diferentes de la población general. Y también es significativo porque, según parece, el lóbulo temporal queda más cerca que el Cielo.

(Publicado originalmente en Ciencia bruja, el 20 de octubre, 2012, en Yahoo).

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martes, 3 de noviembre de 2020

LA INEXISTENCIA DEL ALMA INMORTAL, CONSTRUCTO INNECESARIO, IMPLICANCIAS Y LIMITACIONES


Nick Sarmiento Alvarado, Bachiller de Ciencias, España, y operador maquinista, Holanda
Correo-e: nick_borderline@yahoo.es

Resumen: El constructo del alma no es necesario, nuevas explicaciones científicas revelan como funciona nuestra consciencia y procesos funcionales del cerebro que nos dan la sensación de libre albedrío, además trato de dar una pequeña contribución a la investigación.

Abstract: The soul construct is not necessary, new scientific explanations reveal how our consciousness works and functional processes of the brain that give us the feeling of free will, in addition, I try to give a small contribution to this research.

La superstición del alma es indefendible hoy en día ¿Cuál es la naturaleza de la mente?

¿El ser humano es su cerebro? ¿Por qué tenemos diferentes opiniones?

¿La inteligencia viene de la existencia o de la esencia? La raíz del problema es el animismo, la creencia del alma o que el ser humano tiene algo trascendental a fin de cuentas, algo inmaterial que nunca muere, cosa que ya respondí y refute en mi texto: “Animismo, el antepasado de las religiones modernas” que también está incluido en mi libro La muerte del Neotomismo: desenmascarando a los pseudo-filósofos (2016, Calif.-USA: Createspace). En fin, creencias 100% magufas. Algunas de estas webs magufas son deshonestas porque usan textos de médicos expertos, y que seguramente no están de acuerdo en usar esas medicinas alternativas, sin embargo ponen su opinión como si lo fuera. Como por ejemplo este aviso: Trinidad Aparicio Pérez, Psicóloga clínica. Universidad de Granada "Se ha podido comprobar cómo determinados tipos de personalidad como son los individuos impulsivos, impacientes, perfeccionistas, con tendencia a realizar varias actividades al mismo tiempo, incapaces de estar sin hacer nada, con tendencia a vivir siempre en tensión, etc., tienen cierta tendencia a padecer enfermedades coronarias y problemas cardiacos". Y ya está.

¿Qué demuestra dicho texto? Nada, porque dice “tienen cierta tendencia” pero eso ya lo sabíamos, no hay nada sobrenatural allí, encima ya existen medicinas para curar eso ¿acaso estas medicinas materiales tienen más poder que la mente del enfermo? Nunca se preguntan eso, porque son magufos y no les importa la ciencia, ni la lógica. Y encima han inventado esa expresión tan de moda: “enfermedad psicosomática”, que es una forma de decir de parte del médico (o pseudo-médico, mejor dicho): “no sé lo que te está pasando” pero como suena técnico entonces queda bien, eso de psicosomático no está demostrado, solo es un adjetivo como “trascendental (al cuerpo)”, que realmente cae en el abismo de la ignorancia porque no aclaras lo que tienes que aclarar, hay mucha ambigüedad en ciertas palabras, más bien es como si dijeras: “tienes una enfermedad causada por X causa”. Para decir eso no hay que ser médico, cualquier idiota sabe que hay una X causa para las enfermedades.

¿Qué es la conciencia y dónde está?
Es un estado funcional del cerebro, que está en continuo movimiento, donde los valores y las implicaciones de lo que se está pensando forman parte de las mismas cosas. Yo puedo ver una línea azul y puedo decir al mismo tiempo  "no me gusta este color". Por supuesto que esto no tiene un lugar específico en el cerebro, está disperso en él.

Se dice que solo usamos el 10% del cerebro...
Esa es una forma estúpida de pensar. Lo usamos todo y nunca se detiene. El cerebro actúa todo siempre; lo que sí sucede es que unas funciones se inactivan para que otras puedan activarse. Eso es imprescindible.

¿Es cierto que ser negativo también deteriora el cerebro? Es decir: ¿es dañino ser pesimista o amargado?
Ser pesimista o amargado es un estado del cerebro, porque el alma no existe. No se puede ser triste sin cerebro. Entonces usted me pregunta si el estado general de la tristeza o la amargura deterioran el cerebro. Yo le diría que no, porque “el cerebro ya está dañado”, por eso es que está triste todo el tiempo, son funciones del cerebro que han evolucionado. Cuando uno está feliz es porque está relacionado con algo bueno. Es conveniente hacer cosas que le mejoren a uno la vida. Es importante la capacidad de reproducirse, la sensación de no sentir dolor. Aunque parezca obvio, generalmente uno se siente bien cuando deja de sentirse mal. 


¿Y qué es la vida en un humano?
Es un estado funcional del cerebro. Es decir, que si tus partes se mueven es porque el cerebro está en un estado funcional que ordena a tus partes a que se muevan. Cuando deja de estar en este estado funcional, todo tu cuerpo deja de moverse, pasados unos segundos te enfrías y ya nadie puede reanimarte, eso es lo que llamamos muerte. Si, por ejemplo, existieran unas ondas que no percibimos y no tenemos ninguna máquina que las perciba, entonces no sabríamos que existen, no las estudiaríamos, no les pondríamos nombre, no haríamos nada con respecto a esas ondas.

Quizás los defensores del alma utilicen el argumento epistemológico para decir que el alma existe de una manera imperceptible, pero esto solo hace que el problema sea más complicado de resolver, por lo que si usamos el Principio de Parsimonia entonces el argumento epistemológico de la existencia del alma (o cualquier otra cosa imperceptible) sería calificado como improbable y menos racional. Yo sé que los que defienden la existencia del alma odian esta respuesta y no la aceptan, pero lo siento mucho, la lógica empleada por el principio de Parsimonia (es más probable que la explicación más sencilla sea la correcta) aún está vigente.


¿Lo que llamamos alma está en el cerebro?
No está, es (el cerebro en sí mismo). Lo que llamamos libertad de pensamiento y libertad de elección, son en realidad LA FALTA DE LIMITACIONES que una computadora sí tiene, dado que la computadora de hoy en día está tan limitada, no podemos esperar que tenga libertad de pensamiento y elección como la tenemos nosotros.

Pero si algún día creáramos una computadora sin limitaciones propias de una máquina, y le damos una educación superior, y después le enseñamos que puede pensar lo que quiera y decidir lo que quiera, entonces esa computadora se comportará como una persona normal, y entonces veremos que puede hacer estas cosas sin necesidad de un alma, y obviamente veremos que lo que llamamos alma es en realidad una ilusión, producto de la ignorancia sobre la libertad de elección.

Vemos también en las personas coaccionadas, un ejemplo de la limitación de la libertad de elección, una persona coaccionada puede decidir realizar un crimen, pero en realidad está decidiendo tal cosa porque está limitada en sus opciones, esta persona está siendo forzada a decidir lo que no quiere, como si fuera una máquina. Y en este caso, la palabra clave es “limitación”, la persona que se siente libre de decidir lo que quiera, es porque tiene muy pocas limitaciones, en cambio, las otras personas sienten que tienen que decidir lo que no les gusta, NO perciben que tienen libertad de elección. Por lo tanto, sustentar la existencia del alma con la libertad de elección es falaz, un juego de palabras, un engaño.

La mente (conciencia) es 100% material, de hecho todo el universo está hecho básicamente de bosones y fermiones, éstos son 100% materia. El soporte para la mente (conciencia) es el cerebro, y el cerebro es 100% materia, ¿acaso de lo material puede salir algo inmaterial? Demuéstrenlo. Esto es imposible, ¿cómo llamar inmaterial a la energía producida entonces? Es materia a fin de cuentas, es física. Hasta el menos experto sabe que la mente (conciencia) es producto de la actividad neuronal, dichas neuronas son 100% materia. 

Si la conciencia no fuera material, entonces el estado del cerebro no le afectaría, sin embargo, si le afecta, y mucho. ¿Por qué? Porque la conciencia es el producto de un proceso funcional del cerebro, siendo el cerebro 100% material, su sistema, su proceso y su función son materiales también. ¿Por qué el producto va a ser inmaterial? No tiene sentido, ni lógica, además no hay manera de demostrar dicho dogma, más bien todo apunta a que la mente (conciencia) también es 100% material. ¿Porque algo inmaterial necesita algo material para almacenarse? ¿Porque este almacenamiento es limitado? ¿Acaso hay una traba o filtro material que no deje que sigan entrando datos inmateriales? Ja, ja, já o sea ¿hay como una especie de puerta cerrada material que no permita el paso a más cosas inmateriales?

Si ese fuera el caso, ¿por qué lo inmaterial se comporta como lo material? ¿Por qué lo inmaterial tiene límites de almacenamiento, entradas y salidas? Y para terminar: a la pregunta, ¿por qué el alcohol material afecta a la mente inmaterial? Responden con una especie de televisor descompuesto, ésta es otra analogía falsa (TV-cerebro) que NO aplica porque el cerebro es producto de una evolución, y no se ha detectado en el cerebro ningún "receptor de lo inmaterial". Por lo tanto, los magufos deberían que demostrar 2 cosas: 1) que el cerebro es un receptor de lo inmaterial y 2) para eso también deberían que demostrar la existencia de lo inmaterial (condición sine qua non).  

En 1983, Benjamín Libet demostró que el cerebro ya tomó una decisión unos segundos antes  que la persona sienta que ha sido una decisión libre. En 1990, Ammon y Gandevia demostraron que es posible influenciar inconscientemente qué mano va a decidir mover una persona, y que esta persona sienta que ha sido una decisión libre. En 2008, Haynes escaneó los cerebros de las personas de su experimento y pudo predecir en un 60% qué mano iban a mover “libremente”. 

Los defensores de la existencia del alma debido a la libertad de elección, dan por sentado que su forma de pensar es correcta, pero no han proporcionado ningún experimento científico que la demuestre, en cambio, quieren que los que creen que la libertad de elección es, en realidad, una elección determinada previamente por la materia, demuestren su forma de pensar “experimentando con todos los seres humanos existentes en el mundo”, lo cual es claramente falaz, en realidad están defendiendo a un hueco. Si los defensores de la libertad de elección nos dieran una sola prueba de que su forma de pensar es correcta entonces se terminaría el debate, y el tema del alma sí tendría un sustento “verdadero” en el cual apoyarse, pero dichos defensores no lo han conseguido.

 Los seres humanos somos como unas máquinas, y como tales tenemos unos patrones de funcionamiento, entonces la pregunta se vuelve más obvia ¿Por qué no funcionamos exactamente igual? ¿Por qué tomamos decisiones diferentes hasta tal punto de parecer impredecibles? Aparte de que somos físicamente asimétricos, no perfectos de ninguna manera. 

Después de pensarlo mucho, decidí tener mi propia hipótesis, por la cual somos como computadoras defectuosas tanto en su hardware como en su software, esto daría un sin número de posibilidades de reacción, formas de (procesar los datos) pensar, y explicaría porque la ciencia no puede predecir al 100% las decisiones de la gente, puesto que no tiene patrón de predicción, esto significa que la ciencia no dispone de ninguna persona perfecta para poder medir el grado de los fallos que cometen las demás personas, por lo tanto, la ciencia no tiene un cerebro perfecto para tomar como “ideal” y, así, poder comprobar los fallos que tienen los demás cerebros, es decir, que la gente ignorante que “espera que la ciencia de con la fórmula o proceso para predecir a las personas”, están pidiendo algo ilógico y NO técnico, y para el colmo de la ignorancia, dicen que el alma de las personas existe mientras que la ciencia no demuestre lo contrario, mientras que la ciencia no encuentre el patrón ideal de funcionamiento del cerebro.  

Con lo cual mi hipótesis también encaja con el tema de las propiedades emergentes y con el tema de que la materia compleja (tan compleja que no podemos aún entenderla) sigue siendo materia, es decir, que mi hipótesis encaja con mi forma de pensar materialista. No me avergüenzo, ni mucho menos en tener esta hipótesis, en la cual todas las personas son defectuosas, todas tienen una neurona mal conectada (como mínimo), y todas tienen errores de aprendizaje (en su escuela y casa), todo esto sumado, da un número tan alto de opciones para decidir y un número tan alto de opiniones diferentes, que se necesitan más personas de las que existen hoy en día para encontrar 2 personas 99% iguales, y todo eso, sin contar con el aspecto exterior de las personas. Con lo cual mi hipótesis explicaría todo eso sin necesitar un alma en cada persona, por lo tanto, esa defensa del alma queda anulada por no superar el análisis. Yo personalmente la llamo “hipótesis de las cerebros defectuosos” y yo me incluyo como uno de los más defectuosas que hay (ja, ja, ja), esta hipótesis solo es razonada, no puedo comprobarla empíricamente por cuestiones éticas y además no soy neurocirujano, y me mantendré en esta hipótesis hasta que alguien me demuestre lo contrario, es decir, aquella creencia de que las personas tienen X formas de pensar y toman X decisiones porque necesitan un alma para ser así.

Pueden preguntarle a cualquier ingeniero electrónico, y les dirá que para encontrar un fallo desconocido en una máquina eléctrica, se necesita del diseño original revisado y que haya superado todos los tests, para así poder compararlo con la máquina defectuosa y entonces se encontrará el defecto. Pero en el caso del cerebro no disponemos de ningún diseño, ni plano teórico, ni nada, solo encontramos cerebros que ya están defectuosos. ¿Cómo podemos ver sus defectos entonces? Es tarea imposible, y al ser defectuosos entonces cada uno “funcionará” a su manera, de allí viene lo impredecible, libre y diferente que puede llegar a ser una persona. 

A menudo escuchamos que han ingresado en el hospital a una persona con “daño cerebral” y automáticamente entendemos que nosotros no tenemos ninguno, allí está el problema, el lenguaje no nos ayuda a pensar en la posibilidad de que todos tengamos el cerebro dañado, y que la persona ingresada solo tiene el cerebro más dañado de lo normal y que, por lo tanto, necesita estar en un hospital. Aparte, tenemos el tema del daño selectivo, es decir, que si una persona no procesa bien ciertos alimentos entonces no le gustara comerlos, recuerda que el sentido del gusto también son nervios conectados al cerebro, entonces si le preguntamos a esa persona simplemente nos dirá que “decide no comer eso porque no le gusta” y eso condicionará sus decisiones con respecto a ese tipo de alimentos. 

Entonces, ¿por qué creer que esa persona decide porque tiene un alma? Si ya tenemos la explicación del daño selectivo, por ende, es físico y no sobrenatural. Este ejemplo podemos usarlo en otros tipos de decisiones que toma la persona. Otro tema es el de la memoria, que es comúnmente asociada a la existencia del alma; hoy en día hay varias explicaciones académicas de cómo nuestro cerebro puede almacenar información en las neuronas, en ninguna de esas explicaciones se menciona al “alma”. 

En mi libro La muerte del neotomismo está el tema de la naturaleza de la información, ya que algunos creyentes quieren demostrar a su dios por medio de una postura de la naturaleza de la información, pues en el caso del alma sucede algo parecido, aunque se pudiera clonar un cerebro, ¿su memoria seria igual? Puede que si o puede que no, en ambos casos podemos apreciar que se utiliza el problema de la memoria (recuerdos) para intentar argumentar la existencia del alma. 

En ambos casos el materialismo sigue en pie, puesto que la argumentación de que la información es material sigue en pie. Otro tema es el de la cognición (ser consciente de tu existencia y de que hay un mundo que te rodea), pero, por favor, eso ya está explicado con los procesos cognitivos, no se necesita ningún alma para eso. Y esto implica el desarrollo de la cognición en las personas, ya que las personas después de ser conscientes de sí mismas tienen que desarrollar la voluntad de hacer algo, lo cual trae más decisiones condicionadas, ya que a lo largo de su vida la persona prefiere hacer algo a estar aburrido sin hacer nada (no hay ningún alma en este tema). 

Tienen que desarrollar su conocimiento de que su cuerpo está formado por piezas separables, es decir, que sepa que si pierde una pierna no va a morir, solo tendrá una vida diferente pero vivirá (no hay ningún alma en este tema). Tienen que desarrollar su conocimiento de que puede interactuar con otros y que puede hacerles cosas buenas y cosas malas (no hay ningún alma en este tema). Tienen que desarrollar su conocimiento de que puede producir algo, por ejemplo hacer un dibujo o algo útil para su casa (no hay ningún alma en este tema), y así podrán tener una vida normal tomando decisiones basadas en estos y otros aprendizajes, como veréis, es un proceso escalonado y el resultado es natural, NO tiene ningún sentido pensar que la gente vive y toma decisiones libremente porque tiene un alma. 

Los argumentos a favor del alma no explican el alma desde cero, solo explican cómo puede funcionar el cuerpo humano gracias a un alma, en otras palabras, ya están asumiendo la existencia del alma y luego intentan explicar fisiológicamente cómo funciona el cuerpo con un alma. ¿Porque pasa esto? Porque se basan en los pensadores clásicos, no se atreven a desmentirlos. ¿Por qué? (pregunta retórica, todos sabemos cómo era la sociedad de aquellos tiempos). Los creyentes en el alma toman a Descartes como uno de sus pensadores más celebres, ya que gracias a su famoso razonamiento de “pienso, luego existo”, que prefiero memorizarlo como “de este modo quería pensar que todo era falso, era necesario que yo, quien lo pensaba, fuese algo. Y notando que esta verdad: yo pienso, por lo tanto soy”, toman sus 3 argumentos para defender la existencia del alma, en los cuales Descartes dice que:

 1) Si es capaz de dudar de su cuerpo pero no de su mente, entonces ambas cosas tenían que ser distintas y existir independientemente. 


2) Si es capaz de concebir su mente independientemente de su cuerpo, como un ente lógicamente existente, entonces teóricamente si puede llegar a existir, entonces existe.

3) Si es capaz de separar el cerebro en partes, pero la mente es inseparable, entonces la mente existe independientemente del cerebro.  

Los primeros 2 argumentos caen en el non sequitur. La duda no es una propiedad para definir existencias, la mente no ha sido concebida, solo la idea de la mente ha sido concebida. El tercero es petición de principio y dogmático, si ya asume que la mente es inseparable, ya asume de antemano que la mente existe, y así no se demuestra nada. Roger Wolcott Sperry consiguió comunicarse independientemente con cada hemisferio cerebral de una persona, con lo cual demostró que la mente no es inseparable. ¿Cómo dirige el alma al cuerpo? Aun hoy en día, no hay una respuesta satisfactoria a esta pregunta. ¿Por qué no hay ímpetu infinito? 

Si el alma existiera, sería una fuente ilimitada de energía y el cuerpo solamente sería una herramienta para todos sus deseos, sin embargo, vemos lo contrario. El razonamiento está ubicado en los lóbulos frontales del cerebro, aquí no se aprecia ningún alma. La neurociencia ha desmentido la hipótesis del alma hasta la saciedad. Entonces, ¿para qué vamos a seguir creyendo en el alma? Gracias a la navaja de Ockham podemos eliminar la inútil hipótesis del alma, sobre todo cuando sus defensores dicen que el alma hace que el cerebro haga su trabajo, ya que están empujados a aceptar que el cerebro gobierna el cuerpo, entonces intentan aumentar el factor “alma” para salvar la hipótesis de la existencia del alma. 

La navaja de Ockham hace que esta hipótesis se vuelva irracional, ya solo los fanáticos defienden dicha hipótesis, por lo tanto, es una hipótesis que solo va a quedar en el recuerdo de lo que creía la gente en tiempos pasados. Y se puede detectar a un desesperado fanático de la creencia del alma, cuando intenta explicar porque la gente con Alzheimer no puede recordar, siendo que su creencia en el alma le dice que los recuerdos se quedan almacenados en el alma.

Mi forma de pensar también explicaría el tema del poder de auto-proyección de las personas (pensar en el futuro y construirlo) (aunque esto lo escribí en otra parte, lo comento para complementar este tema), puesto que para que las personas puedan auto-proyectarse, entonces, primero tienen que saber el concepto de futuro. ¿Y cómo adquirieron tal concepto? Pues a base de rutinas, aprendizaje por repetición de rutinas que funcionan para que todo vaya bien en la vida, ensayo y error, aprendizaje de padres a hijos, comunicación de mejores ideas, copiar dichas ideas, ver el progreso y ver como las estaciones del año son periódicas, entonces hacer una proyección de cómo serán las cosas en las siguientes estaciones… por lo tanto, si tu eres tú y tus circunstancias, y si puedes proyectar tus circunstancias, entonces puedes hacer tu auto-proyección, no se necesita un máster para deducir esto. Por lo tanto, las personas no necesitan un alma para tener el poder de auto-proyección.  

Mi forma de pensar también resuelve el problema de los qualia, es decir, las diferentes maneras de vivir lo mismo, debido a que las personas reaccionan de diferente manera aunque el suceso sea el mismo. Cerebros distintos, defectuosos distintos, reacciones distintas, no hay un estándar.   

Mi forma de pensar también resuelve el problema de la intencionalidad, puesto que si todo es un proceso neuronal sin ningún alma, entonces nada sería verdadero o falso, nada sería acertado o equivocado, todo sucedería naturalmente y no nos tendría que afectar en nada.

En primer lugar, los conceptos son parte del “relativismo enunciativo”, es decir, que un suceso verdadero no está en tu idioma ni se dice en tu idioma, tu lo dices en tu idioma y escribes que es “verdadero” en tu idioma porque a ti te han enseñado a decirlo y escribirlo así, no lo has aprendido naturalmente, lo has aprendido porque te han dado una educación en el idioma que hablas, de modo que no mezcles la educación en tu idioma con sucesos que obedecen a las leyes naturales, es un error categorial, no es el contexto para dar esa refutación. 

Y para colmo, las leyes naturales no están en tu idioma, ni se llaman leyes naturales, tú las llamas así porque te han enseñado a llamarlas así. De la misma manera, lo acertado o equivocado también dependerá de la lógica que te hayan enseñado, de la sociedad en la que te ha tocado vivir, en el siglo que te ha tocado vivir, etc. Así que por favor, no mezclen problemas lingüísticos o lógicos con los sucesos producidos por las leyes naturales.  

Mi forma de pensar también implica temas que a otras personas no les gustan, por ejemplo que la dignidad humana no existe, ya que ésta se sustentaba en el alma de las personas, pero si el alma no existe, entonces, ¿qué hay de digno en nosotros? La dignidad es una construcción social, el día en que seamos invadidos por otra sociedad, no podremos decirles “tengo dignidad” porque para su construcción social de esos invasores, no tendremos ninguna, y podrán tratarnos muy mal, como ya ha pasado y podemos leer en la historia de las culturas invadidas por otras superiores, entonces si esa “dignidad” es subjetiva y no nos da ningún poder natural, entonces no existe, solo la usamos en “nuestra” construcción social para reclamar derechos. La dignidad humana no es, ni puede ser, un valor absoluto, ni es inherente ni intrínseca al ser humano, eso es todo. 

Si el cerebro funciona de manera modular para generar a la conciencia es otro tema, aunque también muy debatido por gente de pensamiento conservador, deberían remitirse a las pruebas neurológicas, no a creencias antiguas. Además ten en cuenta que tu conciencia es fácilmente engañada por tus sentidos, ya que nuestros sentidos no son perfectos, sumado a mi teoría de que tenemos cerebros defectuosos entonces el resultado es que nuestro cuerpo y nuestra propia experiencia de vida, no es realmente buena ni acertada, todos estamos mal, aceptarlo no está mal, lo que está mal es ser un inconsciente en este tema. 

El argumento de Platón a favor del alma se basa en su “mundo de las ideas”, pero Aristóteles refutó dicho mundo con su argumento del tercer hombre.  Para Platón, la gente no aprendía, más bien recordaba, y no tenía ninguna opción para razonar eso, excepto que “la gente debía tener un alma que existía anteriormente a su vida en la tierra”. ¿Te resulta familiar esta idea?

Pues entonces, deberíamos dejar de pensar como si no hubieran pasado los siglos, deberíamos dejar de creer en el alma. A continuación cito este texto de mi libro La muerte del Neotomismo en el cual se trata el tema de la toma de decisiones complejas en el cerebro y el comportamiento neuronal, es decir, que lo que nosotros consideramos libertad de elección impredecible, lo que consideramos una capacidad inexplicable para lo material, lo que consideramos prácticamente mágico solo porque aún estamos investigándolo… ya podemos leer algunos avances científicos importantes, por ende, el alma deja de ser un tema serio. 

Texto sobre el modelo matemático del comportamiento neuronal humano, la toma de decisiones complejas esta explicada.-
Un nuevo modelo matemático muestra cómo nuestro cerebro toma decisiones complejas:

"El primer modelo matemático biológicamente realista". Para profundizar la comprensión de cómo funcionan nuestros cerebros, es un reto fascinante para los científicos, y la nueva investigación promete arrojar más luz sobre el funcionamiento interno de nuestra mente --a través de un modelo de las matemáticas complejas. Científicos del Reino Unido dicen que han construido "el primer modelo matemático biológicamente realista" que coincide con la forma en que el cerebro toma decisiones complejas. 

Esto no sólo puede predecir el comportamiento del modelo, también es capaz de predecir la actividad neuronal real también. Se simula la forma en que la mente humana pasa por el proceso de toma de decisiones, así como las formas en que podemos aprender de nuestros errores y las perspectivas de futuro. Los hallazgos del equipo podrían eventualmente ayudarnos a comprender mejor a una multitud de condiciones, desde el trastorno obsesivo compulsivo a la enfermedad llamada Parkinson.

"La construcción de este tipo de modelos es difícil porque el modelo tiene que planificar todas las decisiones posibles en cualquier punto dado en el proceso, y los cálculos que llevarse a cabo de una manera biológicamente plausible", dijo un miembro del equipo, Johannes Friedrich de la Universidad de Columbia. "Pero es una parte importante para entender cómo funciona el cerebro, ya que la capacidad de tomar decisiones es una competencia básica para los seres humanos y los animales." Friedrich y sus colegas centraron su investigación en las decisiones basadas en objetivos (por ejemplo, reaccionando a un camino cerrado en su viaje diario) a las decisiones basadas en hábitos (ir al trabajo con normalidad, sin interrupciones). Mientras que mucha de la investigación se ha hecho sobre las decisiones basadas en la costumbre, las decisiones basadas en objetivos son más difíciles de estudiar porque hay muchas variables que deben ser sopesadas.

El algoritmo matemático complejo escrito por los investigadores se comparó con los datos experimentales y capturados con precisión las probabilidades de elección de comportamiento, así como la predicción de reversión de la elección (un sello distintivo de la toma de decisiones complejas). El modelo muestra cómo una red de neuronas, cuando están conectados de una manera determinada, identifica la mejor decisión en cualquier situación dada, así como la futura acumulación de recompensas. 

De manera significativa, el modelo también demuestra cómo las sinapsis pueden adaptarse y formar de nuevo a sí mismos en función de lo que tiene o no ha funcionado en el pasado, éste es el mismo comportamiento que vemos en los seres humanos y los animales todos los días. Los investigadores encontraron que en la toma de decisiones basada en los objetivos, las sinapsis que conectan las neuronas que llegan a 'incrustar' el conocimiento de cómo las situaciones son consecuencia de unos a otros, dependiendo de las acciones elegidas y las recompensas inmediatas. "Lo que también me parece interesante es que el cálculo de cómo el cerebro podría estar funcionando, ya nos ha sugerido nuevos algoritmos que podrían ser utilizados en las computadoras para resolver tareas similares," dijo uno de los investigadores, Máté Lengyel. Los resultados del equipo han sido publicados en el Journal of Neuroscience.

Para los defensores de que en el cerebro hay “algo más”, porque para ellos la información es “algo más”, les tengo un texto explicativo, gracias a la cortesía de un amigo mío que sabe que la ciencia también trata el tema de la información a un nivel académico: A pesar de las diferencias según la rama del saber, hay algo que es aceptado sin duda alguna: la información es física. No se trata esto de un capricho de los científicos e ingenieros, sino de que el término ha sido creado para referirse a algo físico. 

En física, la información se trata de las propiedades de los sistemas físicos, así como la función de onda de las partículas. También se refiere a la disminución de la entropía, y por ende, de la incertidumbre. Y es en este sentido que se refiere a la termodinámica: la información es la inversa de la entropía. Cuanta más información se adquiere, más se reduce la entropía, como nos indica Léon Brillouin. La información está así, identificada con la neguentropía. 

En matemática, se refiere a la reducción de la probabilidad en la obtención de un determinado conjunto de símbolos, situaciones o estados. La Teoría de la Información, creada por Shannon, es de corte matemático, y se refiere a la probabilidad de obtener un determinado símbolo, desde un origen hasta un destino, pasando por un canal de transmisión de datos con ruido, gausiano o no. En ingeniería informática y ciencias de la computación, la información es el conjunto de datos organizados sistemáticamente que tiene las propiedades de novedad y utilidad, y es tratable tecnológicamente mediante hardware y software. En biología, la información normalmente se divide en información genética (correspondiente al genoma) e información no-genética (correspondiente a factores externos de orden biológico y físico). Y listo, la información es material, por lo tanto la información NO es “algo más”. 

La toma de decisiones es reciproca al entorno, hemos aprendido y nos han enseñado a cómo tomar las mejores decisiones en temas de la vida diaria y algunas no tan cotidianas, en todas ellas la condición es simple, mientras más provecho saques del entorno que te rodea, es una mejor decisión, por lo tanto, cuando ya has aprendido estos conceptos y supuestamente sabes hacer las cosas para que te vaya bien en la vida, no es porque fuiste libre de elegir, sino que tomaste las decisiones donde sacaste más provecho del entorno. Esto es lo normal, que a alguna persona alocada le guste tomar decisiones destructivas para sí misma no quiere decir que tomó la decisión, sino que fue un fallo de su cerebro, que en nuestro lenguaje les llamamos “tomar decisiones” a las decisiones más estúpidas y alocadas, no demuestra nada, solo es relativismo enunciativo, que lo quieras llamar de esa manera, no quiere decir que describas la realidad de lo que está sucediendo. 

Lo mismo podríamos decir de la coacción y del desencadenamiento, si la mayoría de la gente quiere meter todo en el mismo saco y no especificar, eso NO quiere decir que estén demostrando algo.   Veamos el asunto de un modo sencillo. Se puede decir que existe el libre albedrío si realmente podemos decidir algo sin condicionamiento externo alguno. ¿Por qué? Porque si nuestras decisiones están condicionadas por algo externo, realmente el libre albedrío, tal como lo proponen los inmaterialistas, no tendría razón de ser. 

Por otro lado, un sistema de decisiones basado en estímulo-respuesta no tendría ese problema. Una condición es una relación de dependencia, directa o indirecta, de factores externos, de manera obligatoria, y que afectan al proceso o entidad implicada, en forma de restricción, limitación, influencia o similares. Puede determinar la dirección de un proceso, decisión o evento, tiene fuerza coercitiva y prescriptiva, y media la relación causa-efecto, estando sujeta también a esta, así como posiblemente a otras condiciones.

Además, todos tenemos un subconsciente, entonces, ¿qué clase de libre albedrío es ése? Y la forja de nuestro ser interior también sería por estímulos externos que poco a poco nos han enseñado a ser lo que somos. Más bien tendríamos una lista de pensamientos condicionados interiormente y exteriormente, por lo tanto, la libertad de elección es solo una ilusión promovida por nuestro lenguaje a base de repeticiones de las definiciones, sin embargo debemos saber que “un concepto definido no siempre explica una realidad”. Por lo tanto, NO importa cuántas veces repitan y enseñen repetitivamente un concepto definido como el del libre albedrio, eso realmente NO demuestra que tengamos esa capacidad, ni menos va a explicar cómo tomamos las decisiones en nuestro cerebro. Y ya lo había señalado antes. 

Y con el argumento del condicionamiento, demostré que al final, todo lo que hacemos está condicionado por factores externos. Para refutar esto y justificar la imposibilidad del fisicalismo aquí, cierta persona tendría que refutar tanto el argumento, como demostrar que se puede decidir algo sin ningún factor físico asociado. Es decir, sin medio ambiente, cuerpo, experiencias de la vida, átomos y moléculas, etc. ¿Problema mente-cuerpo? Ése es un pseudo-problema decimonónico que se basa en una premisa supuesta, la existencia de la “mente” como “algo más” que el cerebro. Y mientras ello no se pruebe, no hay por qué tomarlo siquiera en consideración. El modelo OSI nos demuestra que de lo simple puede surgir lo complejo.

Si todos tus pensamientos están predeterminados entonces, ¿cómo SABES que tus pensamientos predeterminados son verdaderos?

La capacidad del habla y de generación del lenguaje se sabe que es biológica, y es estudiada tanto por la neurociencia como por la lingüística. Son significativos los casos de los niños salvajes Genie y Viktor, en los cuales se confirmó la existencia de una edad límite para el aprendizaje del lenguaje (1,2,3), el cual es manifiestamente un fenómeno biológico (genético) como nos indica Noam Chomsky, y también de componente cultural. Y está de más decir que ambos componentes son materiales. El cerebro, el cual debe desarrollar su área del habla en este periodo, también es material. 

Si el alma está sustentada en la libertad de tomar decisiones, entonces está sustentada en una ilusión, le gente no decide libremente, la gente decide según sus limitaciones, por ejemplo, un cojo o un ciego no tomará las mismas decisiones que una persona sin esos problemas, esas personas deciden según las pocas opciones que le quedan, y sería muy absurdo decir que esas personas tienen libertad de tomar decisiones cuando en realidad vemos que no pueden hacer ciertas cosas, lo mismo pasa con los ignorantes, ya que los ignorantes no deciden algo que ignoran, muchas veces toman malas decisiones porque no sabían que podían tomar mejores decisiones. 

Ahora bien, imaginemos a una persona casi perfecta, a la que muy difícilmente podemos verle algún defecto ético, estético, cultural, intelectual, etc., ¿podremos decir que esta persona tiene libertad de tomar decisiones? Por supuesto que NO, esta persona casi perfecta también está limitada, también tiene necesidades humanas, también tiene que dejar de soñar y adaptarse a la realidad, por lo tanto, sus decisiones no son tomadas con libertad, para muchas personas de hoy en día, la libertad de elección es solo una ilusión que no soporta el análisis del tema. Por lo tanto, el tema del alma no puede ser sustentado con este tema. La creación de poemas complejos y bellos no son prueba del alma porque ambos temas caen en el relativismo enunciativo y la subjetividad, que algo te parezca complejo o bello, no quiere decir que lo sea.

Si una computadora pudiera funcionar como una mente humana y encima más inteligente de lo normal, si conversaras sobre sus pensamientos o sus deseos, si conversaras sobre tu estilo de vida para que la computadora aprenda a disfrutar de lo mismo, ¿sentirías que dicha computadora tiene un alma? O por el contrario, entenderías que tú no tienes un alma porque tu cerebro está funcionando de una manera muy parecida a esa computadora, ¿Cómo podrías afirmar que esa computadora funciona como una máquina y tu no? Si ambos procesos funcionan casi igual, y si ambos procesos quieren seguir viviendo y tienen miedo de que un día ya no vayan a vivir, a fin de cuentas la mente humana tiene la misma prioridad de supervivencia, ¿por qué la mente de dicha computadora no sería también humano? No esperes a que suceda para que dejes de creer en el alma. Si el alma es permanente, ¿por qué la gente cambia cuando pasan los años? ¿Será que el alma adquiere experiencia y aburrimiento sobre la vida? Si la memoria es solo información entonces, ¿se puede modificar nuestra memoria como si fuera una memoria externa? ¿Y cómo viviríamos después de ese cambio? Pues hombre, no esperes a que suceda para eliminar la creencia del alma, puesto que el alma ya está muerta.

(Textos recopilados de Nick Sarmiento Alvarado (2017).  La muerte del alma: Contra los secuestradores de temas. Calif.-USA: Createspace).

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Neo-Skepsis # 9 / Eupraxofía # 10



viernes, 30 de octubre de 2020

EUPRAXOFÍA # 10: ¿EXISTE EL ALMA?


Lima, septiembre-diciembre del 2020
(Número especial en coedición con la Revista NEO-SKEPSIS)

¿EXISTEN LAS ALMAS?
David Kyle Johnson, Doctor en Filosofía por la Universidad de Oklahoma, y Profesor Asociado de Filosofía en el King's College, Pennsylvania

Nick Sarmiento Alvarado, Bachiller de Ciencias, España, y operador maquinista, Holanda

Alejandro Agostinelli, Editor de FactorElBlog.com y GZ El Lado Z de la Fe, en YouTube

Manuel A. Paz y Miño, Director de Eupraxofía Neo-Skepsis

Stephen Cave, Doctor en Filosofía por la Universidad de Cambridge, Director Ejecutivo del Centro Leverhulme para el Futuro de la Inteligencia, Investigador Asociado Senior en la Facultad de Filosofía y Miembro del Hughes Hall, todos de la Universidad de Cambridge

Reseña de Aponte, Héctor; Daniel Barona y Víctor García-Belaunde Velarde (2020). El mundo invisible. Ensayos con pensamiento crítico. Lima: Sociedad Secular Humanista del Perú (SSHP) por Manuel A. Paz y Miño, Licenciado en Filosofía por la UNMSM (Perú) y Mag. en Letras, con mención en Ética Aplicada por la Universidad de Linköping (Suecia).


(Sabiduría para la buena vida)


CONVOCATORIA: ¿EXISTE EL ALMA?

EUPRAXOFIA (Sabiduría para la buena vida), revista humanista secular que promueve una filosofía y una ética basadas en la razón y la ciencia, le invita a colaborar con un artículo para su número 10 sobre el tema:

¿
EXISTE EL ALMA?
¿Qué es el alma? ¿Tenemos un alma inmortal? ¿Por qué se cree en la vida después de la muerte?

Los artículos deben:

-incluir el nombre del o los autores, su grado y/o título académico (si lo tuvieran) y su correo-e.
-no ser de más de 10 páginas (tamaño A-4) a un espacio con resúmenes y palabras clave en castellano e inglés.
-en caso de usar citas, mencionar las fuentes bibliográficas (el estilo es libre).
-ser enviados como archivos Word al correo-e: mapymc@yahoo.com

FECHA LÍMITE DE RECEPCIÓN DE ARTÍCULOS: 

30 de Noviembre, 2020, 10 PM

EUPRAXOFIA es una revista de Humanistas Racionalistas del Perú (HURA-PERU)

martes, 13 de octubre de 2020

Entrevista al Dr. Héctor Ávalos

Por Manuel Paz y Miño

Héctor Ávalos (Sonora, México, 1958) es Doctor en Filosofía en Estudios de Biblia hebrea y del Cercano Oriente por la Universidad de Harvard, y es Profesor de Estudios religiosos y bíblicos en la Universidad Estatal de Iowa y autor de varios libros, entre ellos The Bad Jesus: The Ethics of New Testament Ethics (El Jesús malo: la ética del Nuevo Testamento), 2015.

Héctor Ávalos (foto de Wikipedia)

1. ¿Podemos saber o no, si existe algún Dios o ser supremo?  

No podemos saber tal cosa, especialmente si Dios se define como un ser infinito y perfecto. Un ser finito no puede verificar nada sobre un ser que se dice ser infinito. Por ejemplo, ¿Como se puede comprobar que Dios existe en todas partes del universo si nosotros no podemos estar en todas las partes del universo para ver si es cierto?

2. ¿Podemos saber o no si hay algo más allá de la muerte?  

Si alguien explica como puede uno comprobar tal cosa con evidencia que otros puedan examinar, entonces sería mas creíble esa idea. Los testimonios que he examinado no me convencen precisamente porque no hay manera de examinar el testimonio de la persona que dice que ha regresado de la muerte.   

Esta es una colección de testimonios por los que creen que existe la vida después de la muerte:  

https://medium.com/espanol/de-la-incertidumbre-a-otras-ideas-diez-libros-sobre-experiencias-cercanas-a-la-muerte-9906e157ac45  

Stephen Hawking, el famoso físico, explica porque no se puede saber si hay vida después de la muerte en su libro: Breves respuestas a las grandes preguntas: https://www.amazon.com/dp/B07JM13KG1/ref=rdr_kindle_ext_tmb

3. ¿Existió o no Jesucristo?   

Soy agnóstico sobre esta cuestión. Los documentos que tenemos no son del tiempo de Jesucristo (aproximadamente el año 30). Los documentos que se usan para examinar la vida supuesta de Jesús proceden después del año 125.  Así que no hay manera de probar si lo que esta escrito, por ejemplo, en el año 150 de veras refleja algo que Jesús dijo o hizo en el año 30.  

4. ¿Qué religiones influenciaron en las doctrinas judías y cristianas?   

Hay muchas religiones o tradiciones que contribuyeron a las  doctrinas cristianas y judías. Estas incluyen algunas tradiciones griegas y romanas. El uso de templos y sacrificios son unos de los pocos ejemplos  que tenemos de tales contribuciones. 

De Mesopotamia, el territorio que se encuentra en su mayor parte en lo que es el país de Irak moderno, se tomaron o se adaptaron muchas ideas, incluso:  

-El mito de la creación llamado el Enuma elish contiene algunos hechos  similares a Génesis 1-2, incluso el uso de pares (hombre y mujer en Génesis 1:27), y las referencias a las aguas en los cielos en Génesis 1:7).  

-Algunas leyes importantes en el libro de Éxodo tienen paralelos casi exactos (por ejemplo, el ojo por ojo en Éxodo 21:24) con el Código de Hammurabi escrito aproximadamente 1720 años antes de Jesucristo y por lo menos 200-300 años antes de Moisés, el supuesto legislador hebreo según los cristianos mas conservativos.  

-Demonios que han infectado a seres humanos son trasladados a cerdos (Marcos 5:8-13). Este exorcismo refleja una tradición usada por lo menos cientos de años antes de Jesucristo en Mesopotamia.  

Ejemplos más detallados de influencias  

El Código de Hammurabi  

http://www.ataun.eus/BIBLIOTECAGRATUITA/Clásicos%20en%20Español/Anónimo/Código%20de%20Hammurabi.pdf  

Especialmente las leyes 196-201  

196 § Si un hombre deja tuerto a otro, lo dejarán tuerto.   

197 § Si le rompe un hueso a otro, que le rompan un hueso.   

198 § Si deja tuerto a un individuo común o le rompe un hueso a un individuo común, pagará una mina de plata.   

199 § Si deja tuerto al esclavo de un hombre o le rompe un hueso al esclavo de un hombre pagará la mitad de su valor.   

200 § Si un hombre le arranca un diente a otro hombre de igual rango, que le arranquen un diente.   

201 § Si le arranca el diente a un individuo común, pagará 1/3 tercio de mina de plata.   

Compárese con Éxodo 21:24-25 (Reina-Valera)  

24 ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie,   

25 quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe.  

Enuma elish (historia mesopotámica de la creación)  

https://laplacamadre.files.wordpress.com/2013/09/enuma-elish-traduccic3b3n-y-notas-de-luis-astey-v.pdf  

Especialmente estos pasajes:  

IV.134-145  

VI.1-7  

La Epopeya de Gilgamesh (con historia semejante al diluvio en el tiempo de Noé en Génesis 6-7)  

https://redhistoria.com/resumen-del-poema-de-gilgamesh/  

Especialmente la tablilla 11.

5. ¿Qué de positivo podemos rescatar de las religiones?   

Nada, especialmente si uno dice que las creencias religiosas no se basan en evidencia que se pueda examinar por todos.  

6. ¿Algún día los seres humanos dejarán de creer en las religiones?   

No creo que todos los seres humanos dejarán de creer en las religiones.  Existen muchos estudios científicos que demuestran que los seres humanos siguen creyendo en ideas que se pueden demostrar que son falsas.  

7. El ateísmo es simplemente la afirmación de que no existe ningún dios. ¿Qué más necesitan creer los ateos para sus vidas?  

Los ateos no necesitan más que no creer en un Dios. Por ejemplo, yo no creo en los marcianos. No necesito más que la falta de creencia en los marcianos para excluir a los marcianos de mi vida. Mi vida está basada en que tanto puedo mejorar mi vida y mejorar la vida de otros seres humanos. Vivo para mejorar este mundo, y no vivo para un mundo que no sé sí existe.  


 



miércoles, 30 de septiembre de 2020

LA DESCREENCIA EN DIOS ES ANALÍTICA ¿O NO?

Olger Antonio Chávez Sánchez Silva, Diseñador, crítico autodidacta y autor del blog Humanismo Naturalista Científico

Correo-e: hnc.correo@gmail.com

El Pensador, por lo visto, 
no hace más pensadoras a las personas

La anterior publicación trataba sobre la relación entre el pensamiento intuitivo y la creencia en Dios. Gervais & Norenzayan (2012) reportan en Nature (abstractoartículo completo aquí) el empleo del mismo método de hacer preguntas capciosas matemáticamente, cuyas respuestas correctas correlacionan, ahora, con el grado de descreencia religiosa. Se trata de echar luz sobre la estructura cognitiva de la falta de creencias religiosas, sea el caso del individuo irreligioso, agnóstico o ateo. Hay que decir que el marco teórico es la existencia de dos sistemas diferentes, pero paralelos, de procesamiento de la información: «uno (Sistema 1) se basa en la heurística frugal que resulta en respuestas intuitivas, mientras que el otro (Sistema 2) se basa en el procesamiento analítico deliberado». Esto además incluye que el Sistema 2 pueda inhibir el flujo automático y reflectivo del Sistema 1 (de lo que se ha mostrado como responsable la sobreactivación del córtex frontal inferior izquierdo —Área de Broca: Tsujii & Watanabe 2009; mientras se ha propuesto tal región para el Sistema 1, y un complejo supraparietal-inferofrontal para el Sistema 2: Tsujii et al. 2011). Así, mientras el estudio previo de Shenhav et al. (2011) refiere la creencia religiosa al Sistema 1, este ahora refiere la descreencia al segundo. De hecho este nuevo estudio remite al anterior como consistente con este modelo dual Sistema 1 → creencia / Sistema 2 → descreencia. P. ej. según publicado en Scientific American, una de tales preguntas hechas es: «si cinco máquinas tardan cinco minutos para hacer cinco aparatos ¿cuánto tiempo tardarían 100 máquinas para fabricar 100 de ellos? La primera respuesta que viene a la mente —100 minutos— resulta estar equivocada. Las personas que toman el tiempo para razonar la respuesta correcta (cinco minutos) son, por definición, más analíticas, y esta tipología tiende a puntuar más bajo en las pruebas de creencia religiosa». Hasta aquí se trata del mismo método aplicado como antes vimos. Sin embargo, y echando mano pues al análisis sobre este estudio pero también sobre el anterior, puede que sea engañoso enfocar matemáticamente la reflexión analítica, es decir, es probable que quienes den las respuestas acertadas tengan de hecho mejores aptitudes de cálculo en lugar de mayor capacidad de análisis racional, en tanto que el cálculo y la reflexión analítica no están necesariamente asociados (p. ej. se sabe históricamente que grandes mentes matemáticas han sido profundamente místicas, y los matemáticos están entre los científicos que más alto puntúan en cuanto a creencias religiosas: véase «matemática y agencia sobrenatural»).

Fuera de esta observación que puede restar peso a las conclusiones de los respectivos estudios —que si la creencia es intuitiva, o que la descreencia sea analítica— lo cierto es que lo primero se apoya en realidad en otras fuentes de evidencias que así lo sugieren (p. ej. teleología, dualismo, Teoría de la Mente, que son pues procesos que estructuran la agencia sobrenatural y las creencias religiosas), mientras que lo importante de Gervais & Norenzayan, y que de hecho lo diferencia de Shenhav et al. (2011), es que realizan cuatro estudios adicionales para probar que la reflexión analítica juega un rol causal, y no meramente correlacional, en el grado de descreencia religiosa. Ingeniosamente entonces, una segunda prueba consiste en el primado mediante dos imágenes (El Pensador —actitud de pensar reflexivamente— y Discóbolo —actitud de acción motora—) para pasar a resolver razonamientos silogísticos que miden las tendencias analíticas: «El Pensador promovió significativamente la descreencia religiosa» (Gervais & Norenzayan 2012 pp. 494-495). La tercera y cuarta pruebas trataron de, dada cierta frase conformada por 5 palabras aleatoriamente distribuidas («high winds the flies plane»), eliminar una palabra para darle sentido («the plane flies high»), mientras otras 5 ‘palabras analíticas’ (analizar, razonar, ponderar, pensar, racional) acompañan las frases para crear un ‘primado analítico’, y para el modo control, palabras no relacionadas con el acto de analizar (martillo, zapatos, saltar, etc.). Nuevamente la presencia de estímulos analíticos mejoró la reflexión analítica, y a su vez promovió la descreencia religiosa. El quinto experimento implicó una aún más sutil manipulación que no requiere que los participantes necesariamente realicen una tarea pre-diseñada para activar su pensamiento analítico. Se trata de un procedimiento ya establecido para forzar el pensamiento analítico, en este caso dificultando la información sensorial en un cuestionario sobre creencias en agentes sobrenaturales: las letras impresas consisten en tipografía legible, o difícil de leer. Los resultados confirman, finalmente, que el esfuerzo analítico para procesar un texto difícil de leer indujo un decrecimiento de las creencias religiosas, aún contestando un test sobre ellas mismas (ibid. p. 495). Por lo visto «algo que parece trivial» puede provocar un cambio significativo en las creencias religiosas, en palabras de Norenzayan para Scientific American.

Puede surgir la cuestión de que si bajo el efecto de un estresor, en los descreyentes religiosos puedan incrementarse los procesos intuitivos que subyacen al sobrenaturalismo. Bien, aunque no exactamente como lo que se sugiere, experimentos similares realizados quizás se cuentan con una mano, y el más claro a mi juicio es el de Subbotsky & Quinteros (2002). La diferencia es justamente que los participantes no eran explícitamente descreyentes religiosos, pero sí mostraron su «adherencia al ideal de racionalidad científica», y por tanto estaría demás dudar de que entre ellos sea significativa la falta de creencias religiosas (aunque, siendo escépticos, no necesariamente —otros estudios incluyendo religiosos e irreligiosos véanse en Subbotsky 2010). El hecho es que estos participantes de declarada racionalidad científica, ingleses educados, fueron engañados en este caso para, como aquí hacen Gervais & Norenzayan, ser forzados a manifestar pensamiento mágico en una situación potencialmente estresora, donde incluso había riesgo de daño físico. Lo llamativo es que lo hicieron en el mismo grado que otro tanto de participantes rurales mexicanos, básicamente analfabetos científicos. De hecho, Subbotsky puso a prueba su hipótesis de que el pensamiento mágico es en realidad un proceso inconsciente que aún la educación científica, ni el entorno cultural, logran eliminar. Por su lado, Bering (2010a2010b) habla de un experimento, no publicado, donde los ateos en un simple relato autobiográfico pueden referirse teleológicamente a los eventos importantes de sus vidas. En ateos «la necesidad de significado era un predictor significativo de la ideación y las creencias mágicas» (Nelson et al. 2020). Los ateos también pueden tener creencias implícitas sobre Dios y la vida después de la muerte (Heflick 2011), o estar «explorando formas de trascendencia» en el Camino de Santiago, igual de los teístas (Farias et al. 2019), además del ateísmo cristiano, las iglesias ateas, el ocultismo ateo y escéptico, y las plegarias ateas (todos grupos o movimientos que se autodeclaran legítimos ateos). Entonces, la idea es que el pensamiento analítico (aún sosteniendo una deliberada postura de agnosticismo o ateísmo, tal como con la educación científica) no tiene un impacto profundo sobre procesos automáticos (sean innatos y/o fijados culturalmente). Precisamente, Gervais & Norenzayan (2012 p. 496) comentan al respecto: «la gente todavía podrá manifestar [...] intuiciones teológicas o dualistas, aún anulando analíticamente las creencias teístas», lo que está en consonancia con tres estudios empíricos de Heiphetz, Spelke & Young (2015).

El quinto experimento de Gervais & Norenzayan (2012), implicando dificultad sensorial para forzar el pensamiento analítico, tiene un curioso parecido a los de Krummenacher et al. (2010: un nivel elevado de dopamina «disminuye la sensibilidad en las decisiones percepto-cognitivas, pero sólo en los escépticos, y hace a los escépticos menos [escépticos] y a los creyentes [en creencias paranormales] un poco más conservadores»). Lo curioso es que allí, en condiciones naturales, los participantes creyentes en lo paranormal fueron más propensos que los escépticos a identificar rostros ilegibles en un fondo de ruido. Es decir, opuesto a lo aquí mostrado, con la clara salvedad de que forzar un análisis de lectura es diferente de percibir imágenes difusas, aunque se supone que el Sistema 2 de todos modos participe en ambas circunstancias. Fue bajo los efectos de una hiperdopaminergia artificialmente inducida que los escépticos empataron a los creyentes en los aciertos perceptuales. Recordemos ahora que el sustrato neural mostrado para el control del Sistema 2 es el córtex inferofrontal: ciertamente es una región regulada dopaminérgicamente. Dado todo lo que se sabe sobre la dopamina (p. ej. en cuanto a procesamiento visuoespacial y motor), las funciones ejecutivas del córtex prefrontal y sus facultades inhibitorias, es plausible que la dopamina también regule el pensamiento analítico, la evaluación de proposiciones y la estructuración de un output lógico-gramatical. De hecho se tiene del análisis de 28 estudios de neuroimagen entre 1997-2010, que el razonamiento deductivo abarca un circuito fronto-parietal, incluyendo las regiones frontomedial y gangliobasal, empleando así representaciones visuoespaciales y basadas en reglas según los argumentos presentados (Prado et al. 2011). Es importante entonces notar que el razonamiento analítico no es en realidad un proceso independiente del aprendizaje (p. ej. reglas de razonamiento) ni de los estados emocionales o de la expectativa de recompensa, siendo que Prado et al. encuentran que el análisis de los argumentos categoriales se asocia precisamente a actividad inferofrontal/gangliobasal, lo que implica dadas las funciones de estas regiones, que estamos ante un proceso sintáctico/lingüístico (ibidp. 8). Adicionalmente, no hay que olvidar que ya se ha mostrado que las creencias cristianas involucran regiones asociadas según su aceptación o rechazo como verdaderas o falsas a la detección de la intención, la sensación de dolor y la expectativa recompensa (Harris et al. 2009).

Es posible que sea específicamente la exposición a estímulos gramaticales lo que incrementa la modulación dopaminérgica, que activa el proceso analítico inferofrontal. Cualquiera de los otros factores cognitivos, motivacionales y socioculturales que conducen a la descreencia, como cautelosamente notan con los autores, pueden estimular la modulación dopaminérgica. Aquí será de importancia saber que ésta se asocia fuertemente al córtex prefrontal medial, una región fundamental para la Teoría de la Mente, que a su vez soporta las creencias mágico-religiosas (p. ej. van Elk & Aleman 2017). Esto por un lado, ya que un estudio neurocientífico de Riekki & Lindeman (2014) encontró que tal región prefrontal se activa de manera diferente, con mayor o menor intensidad, cuando respectivamente creyentes sobrenaturales y escépticos observaron y calificaron animaciones de objetos geométricos que se movían intencionalmente o al azar. Es decir, los escépticos mostraron una menor activación de la Teoría de la Mente, precisamente la detección de la intención, para describir un conjunto de objetos en movimiento. Por otro lado, es muy interesante que el estudio mencionado arriba de Harris et al. (2009) haya encontrado que la falsedad de las creencias teístas implique dolor y displacer, porque otro estudio descubrió en un grupo de ateos y teístas que «el nivel de conductancia de la piel mostró que pedirle a Dios que hiciera cosas horribles era igualmente estresante para los ateos como para las personas religiosas y que los ateos estaban más afectados por las declaraciones de Dios que por el deseo o las declaraciones ofensivas» (Lindeman et al. 2014). Esto es, hubo una reacción emocional/fisiológica en los ateos, a pesar de haber informado que pedirle a Dios que asesine a parientes cercanos o a ellos mismos no les afectó: «los resultados implican que las actitudes de los ateos hacia Dios son ambivalentes, ya que sus creencias explícitas entran en conflicto con su respuesta afectiva» (ibid.). Por último, también hay evidencia empírica de que entre ateos la creencia en la ciencia se incrementa ante el estrés y la falta de control (Farias et al. 2013Rutjens et al. 2013Coleman et al. 2019), y en este sentido, la discusión del transhumanismo (movimiento ampliamente dominado por ateos) por la inmortalidad ya parece delirante (Singler 2017). Esto es análogo al incremento de las creencias mágico-religiosas bajo las mismas condiciones: los teístas abrazan más a Dios, los ateos a la ciencia, ambos bajo un mismo impulso, por lo menos en principio, intuitivo e irracional.

Aunque resulte extraño, en realidad no deberían sorprender ninguno de estos hallazgos dado que:
  • (A) el pensamiento mágico es una cognición automática e inconsciente, que es meramente inhibido mas no eliminado por el pensamiento analítico ni por la educación científica (los ya referidos estudios de Subbotsky; ver además Lindeman et al. 2016Garrett & Cutting 2017Wilson 2018);
  • (B) Dios es representado por la Teoría de la Mente sin mayor diferencia que cuando se representan a las personas reales (Bering 2011; pero ver Wigger et al. 2012), y por lo tanto también tienen el mismo aspecto emocional;
  • (C) la enculturación/socialización tiene un sustrato afectivo-emocional además de cognitivo que a su vez se hace relativamente inconsciente durante su aprendizaje y exposición a él en la infancia (en tanto el ateísmo aparece típicamente en la adolescencia) (ver p. ej. estos conceptos de enculturación cristiana; ver también Jarvis 2006);
  • entonces lo único que podría explicar que un ateo se vea perturbado fisiológicamente sobre la maldad de Dios es que (A)+(B) pero sobre todo (C) persisten en el cerebro del ateo.
Al parecer, el ateísmo es una declaración de naturaleza lingüística y analítica que no implica la desaparición del aprendizaje teísta, de naturaleza más bien intuitiva y emocional. Quizás el indicio más dramático aquí es que en muy inusuales ataques de epilepsia del lóbulo temporal, ocurren experiencias asociadas a Dios, aun siendo que en su estado consciente se trata de personas declaradamente ateas o irreligiosas (documental BBC «God on the Brain»; Hill 2014). Y el córtex temporal, por supuesto, es el principal asiento de integración de la memoria, el aprendizaje, las emociones, el reconocimiento facial y la agencia (Castillero 2014).

Por mi parte ya he reflexionado antes sobre la importancia, lamentablemente minimizada o de hecho negada por los descreyentes, de los factores socioemocionales que alientan la descreencia, más que la existencia de una ilusa «esencia racional» que conduzca al abandono de las creencias religiosas. Es decir, tanto como no existe un «Punto Dios» en el cerebro, tampoco lo hay uno «no-Dios»; del mismo modo que ni el Sistema 1 ni el 2 están exclusivamente recluidos para el teísmo ni el ateísmo, y como claramente vemos y sugieren los autores como uno de los posibles niveles de acción del pensamiento analítico, el Sistema 2 puede funcionar anulando las «cogniciones religiosas de orden elevado» (p. ej. la afirmación de existencia de Dios) aún existiendo un Sistema 1 de «intuiciones de bajo nivel» (como el pensamiento mágico). Entre tanto, el estudio de Kelemen & Roset (2009) referido como evidencia de una función efectivamente inhibitoria de las intuiciones de bajo nivel como las teleológicas, no deja claro que éstas en efecto desaparezcan, sino que, como sugerido más dramáticamente en pacientes con Alzheimer (Lombrozo et al. 2007), tal intuitividad permanece latente, y en cualquier circunstancia de interrupción del Sistema 2, domina el pensamiento (lo que es pues consistente con Subbotsky).

NOTA DE ACTUALIZACIÓN 25.03.2020
Los autores, Will M. Gervais y Ara Norenzayan, dijeron en Nature «ya no tenemos confianza en el hallazgo de que ver imágenes de El Pensador reduce la creencia religiosa», ya que «mientras que otros procedimientos experimentales informan efectos mediante los cuales el desencadenamiento del pensamiento analítico reduce las creencias religiosas reportadas, el registro de replicación de tales experimentos es inestable en el mejor de los casos y debe tratarse como provisional hasta que se realice un seguimiento con esfuerzos de replicación más rigurosos». La correlación en cuestión, que también fue explorada en 13 países, en 2018, resultó confiable en sociedades más religiosas (como USA), pero es débil o inexistente donde hay menos religiosidad (como China), «lo que apunta a una interacción del pensamiento analítico con la exposición cultural a la religión». Los autores finalmente esperan que nuevos estudios más rigurosos aclaren los resultados dispares (Gervais & Norenzayan 2018). Quizás en culturas más ateas «El Pensador» tenga una relación débil o nula con el pensamiento analítico de manera natural, porque éste ya se enculturizó en los individuos: «si uno quiere predecir el grado de creencia religiosa de un individuo, puede ser mejor saber de dónde es el individuo de lo que analíticamente piensa el individuo» (Gervais et al. 2018 p.6). Y en efecto, los datos empíricos apuntan a «la importancia de la familia, la educación y la variación geográfica para contribuir a la disminución de las creencias religiosas» (Strhan & Shillitoe 2019).

Schiavone & Gervais (2017 pp. 14-18) definen cuatro líneas causales para el ateísmo según sus motivaciones: 
  • Ateísmo de ceguera mental — incapacidad para representar de manera intuitiva agentes sobrenaturales;
  • Apateísmo — falta de motivación o indiferencia hacia la necesidad de creencias religiosas;
  • Ateísmo incrédulo — aprendizaje cultural y exposición a fuentes creíbles de religión limitados;
  • Ateísmo analítico — consecuencia del estilo cognitivo analítico.
En línea con esto, véase el análisis de Langston & Colleman (2019) que visualiza el sesgo intelectualista para explicar el ateísmo: «afirmaciones problemáticas de que las naciones o los individuos se vuelven más ateos debido a la educación directa, el aumento de la inteligencia, el "acceso a la información" en Internet o factores analíticos o intelectuales generales», donde éstos «probablemente juegan un papel principal en ciertos casos» (p. 24). Igualmente Langston (2019): «el argumento de que el ateísmo es el resultado de "pensar las cosas" no es del todo sólido, y las investigaciones futuras deberían reconocer que la evidencia disponible es mucho más variada de lo que se ha sugerido anteriormente». Hay por ejemplo evidencia de que la exposición durante la infancia a las 'muestras de credibilidad mejorada' (en inglés «credibility enhancing displays» o «CRED»: cualquier acción que sea costosa para un actor que —no necesariamente— tiene las creencias que defiende, lo que es percibido por otros y promueve la consolidación de sus propias creencias) predice el ateísmo (Langston et al. 2020). «Ahora sabemos (...) que los hijos no religiosos de padres religiosos desechan sus creencias por razones que tienen poco que ver con el razonamiento intelectual. La última investigación cognitiva muestra que el factor decisivo es aprender de lo que hacen los padres en lugar de lo que dicen. Entonces, si los padres dicen que son cristianos, pero han perdido el hábito de hacer lo que dicen que debería importar como rezar o ir a la iglesia— sus hijos simplemente no creen que la religión tenga sentido» (Lee 2018 refiriéndose al estudio de Lanman & Buhrmester 2017). En conclusión, los nuevos estudios seculares enfocados en la descreencia apuntan a que el ateísmo no surge necesaria ni exclusivamente de la esfera racional.
NOTA DE ACTUALIZACIÓN 29.07.2020
En efecto, las emociones resultan más importantes para decidir el ateísmo. Una nueva investigación a través de tres estudios reporta que la supresión de la expresión de emociones promueve el ateísmo. En el primer estudio 1059 participantes completaron una evaluación de sus tendencias de regulación emocional, donde los ateos tendían a aprobar afirmaciones como “cuando siento emociones positivas, tengo cuidado de no expresarlas”. En el segundo estudio, 247 participantes que fueron instruidos para ocultar sus emociones tenían menos confianza en la vida después de la muerte en comparación con los instruidos para sentirse libres de expresar sus emociones. Y para el tercer estudio, se grabó a 8 ateos y 8 religiosos mientras describían una experiencia reciente que los hizo sentir frustrados o molestos y una experiencia reciente que los hizo sentir felices o alegres; luego 100 participantes vieron los videos sin audio y calificaron la expresividad emocional, la confiabilidad y la simpatía de cada orador. Los participantes que vieron los videos desconocían la afiliación de cada orador. Se descubrió que los ateos eran vistos como menos expresivos emocionalmente en promedio en comparación con los individuos religiosos, especialmente cuando se trataba de manifestaciones de emoción positiva. Según investigaciones anteriores, la experiencia espiritual ha sido relacionada con las emociones positivas, y su manifestación (es decir que no habría lugar para la restricción de su expresión). En ausencia de una experiencia espiritual alimentada por una emoción positiva, una cosmovisión atea puede parecer más convincente. Como mostrado dentro de las limitaciones de este estudio, «parece que la supresión expresiva impulsa el ateísmo, en lugar de viceversa» (informe extraído de PsycienciaBurris 2020).
(Publicado originalmente en:
http://humanismonaturalistacientifico.blogspot.com/2012/04/la-descreencia-en-dios-es-analitica.html).


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