En 1974, cuando tenía 13 años de edad, pude oír en una radio limeña el ofrecimiento de obsequiar un ejemplar del Nuevo Testamento a los que así lo solicitaran. Como me gustaba leer pedí y recibí el ejemplar y así el donador, que era pastor, me invitó a visitar su pequeña iglesia evangélica. Fue el comienzo de mi experiencia como creyente cristiano bíblico y así mi alejamiento del catolicismo que se me había inculcado en la casa y el colegio. Debido a mi personalidad inquisitiva, recuerdo que cuando ya tenía 16 y estaba acabando la educación secundaria a veces me venían dudas: “¿Y si esto no es verdad?”. Un amigo que conocí en esa congregación y se bautizó conmigo, no obstante, después me inició en la lectura de libros como el Dogma de Cristo de Erich Fromm, y dejamos de ir a la iglesia.
Al año siguiente, en 1978, ingresé a la
carrera de medicina humana en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), pero por mis dudas e inquietudes por
conocer más de ciencias y humanidades se acentuaron, leí, entre otras, la obra Por
qué no soy cristiano de Bertrand Russell, y me cambié a la escuela de filosofía en 1983. Siendo estudiante ahí, la revista interdisciplinaria Sollertia[2],
dirigida por un alumno de biología[3], publicó
unos artículos míos donde cuestionaba a Dios y la religión. En 1992 me titulé de licenciado en filosofía e ingresé a la docencia universitaria en mi alma máter.
En 1994 publiqué mi primer libro ¿No existe
Dios? Ensayos de filosofía de la religión en base a esos y otros
escritos. Poco tiempo después tuve comunicación epistolar con los filósofos no
creyentes Paul Kurtz (EEUU) y Finngeir Hiorth (Noruega) debido a mi interés en las revistas Skeptical Inquirer y Free Inquiry fundadas por el primero y los libros humanistas y ateos del segundo.
En 1995 lancé mi segundo libro El autoritarismo y el humanismo según Erich Fromm. Su visión del hombre, la religión y la ética que fue la tesis con la que obtuve la licenciatura de filosofía.
Y también enseñamos, cuando es posible, a
alumnos universitarios esa clase de críticas en nuestro país de añeja tradición
sincrética andino-católica dónde, sobre todo en las provincias de la sierra e
incluso en sus universidades, aún se rinde culto a las fuerzas naturales,
especialmente a los cerros, la tierra y el agua, con padrenuestros y avemarías.
En el 2009 un administrador del grupo digital Ateos en Perú me invita a formar una organización de no creyentes en el país y por votación se elige el nombre de Asociación Peruana de Ateos (APERAT) que recién pudo inscribirse exitosamente en los registros públicos en el 2011. En su primera etapa, pudimos realizar diversas actividades como charlas, debates, video-foros, etc. En la actualidad, además de haber cambiado su logo y estatuto originales, se presenta como una organización que tiene entre sus pilares al humanismo secular y realiza actividades públicas de vez en cuando.

Desde diciembre del 2023 a través de un
comunicado, colgado en la página web y el Facebook de la SSH, su presidente fundador
y el último a la fecha, informaban que sus actividades se suspendían “de manera
indefinida” y que “tanto la membresía como el directorio iban a ser disueltos”.
Aducían falta de tiempo y dinero para dedicarse a la organización, así como
“diferencias irreconciliables en el directorio” sobre sus fines y la dificultad
de “ponerse de acuerdo sobre qué actividades debemos procurar y qué posiciones
debemos tomar respecto a diferentes incidencias del panorama nacional”.
Pero a pesar de discusiones y desacuerdos que se dieron y se dan en cualquiera de estos grupos, en la actualidad existe una variedad de páginas, sobre todo en el Facebook, sean grupales e individuales de ateos y humanistas seculares independientes de diversas partes del país[6] lo cual demuestra el crecimiento y la presencia, al menos virtual, de los no creyentes peruanos.
[1] Aunque podemos encontrar enfoques humanistas en pensadores de la antigua Grecia y China, el humanismo propiamente dicho es una corriente cultural que apareció en la época del renacimiento europeo para volver a centrarse en el ser humano sin ser aún no creyente. En el presente hay más de un humanismo, podemos hablar de: 1) humanismo religioso propiamente dicho, así habría humanismo judío, cristiano, musulmán, etc., 2) humanismo universalista o siloista, basado en el seudónimo Silo del escritor argentino Mario Rodríguez Cobos (1938-2010), preocupado por el cambio personal, social y político del mundo, pero también acusado de sectario y mesiánico, y 3) humanismo racionalista, escéptico, arreligioso, ateo o secular que niega lo sobrenatural y divino (hay grupos llamados humanistas judíos y “religiosos” que siguen esta vena). Tradicionalmente en los países occidentales cuando se habla de humanismo se refieren al humanismo secular (basado en varios manifiestos aparecidos entre el siglo XX y el XXI) que políticamente es liberal aunque también existe humanismos ateos como el socialista, comunista y anarquista.
Entendido así ampliamente en nuestro país encontramos libros como el del filósofo peruano Francisco Miró Quesada Cantuarias (1918-2019): Humanismo y revolución (Lima: Casa de la Cultura del Perú, 1969), donde no cuestiona la religión pero en una entrevista que le hicimos se declara ateo "desde el punto de vista ético", respetuoso de los creyentes y abierto a la posibilidad de lo parapsicológico (a diferencia de su colega y amigo, el argentino Mario Bunge (1919-2020), claro crítico de las afirmaciones religiosas y paranormales).
[2] En latín, solercia: Industria, habilidad y astucia para hacer o tratar algo.
[3] Aún no
existían las revistas especializadas de las facultades como las hay ahora.
[4] A la fecha, Eupraxofia cuenta con 17 números publicados: 4 impresos y 13 digitales, y Neo-Skepsis con 16 números publicados a la fecha: 4 impresos y 12 digitales.
[5] Inicialmente se llamó Escépticos en la radio y así se transmitía por señal abierta y de internet de una emisora de Lima (tuve el gusto de ser uno de los primeros co-anfitriones).
[6] Como Ateísmo Peruano (101 mil seguidores), Ateísmo Peruano Recargado (2 mil), Comunidad Oficial de Ateísmo Peruano (803 miembros), Ateos-Perú (2,800 seguidores), Ateos y Libres Pensadores del Perú (3,600), Cusco Ateo (34 mil), Humanismo Naturalista Científico (593), el Círculo Humanista Secular-Trujillo (165 miembros) o los Humanistas de Huancayo (121 seguidores).
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