¿POR QUÉ MUCHAS PERSONAS CREEN EN DIOS?

Manuel A. Paz y Miño, director de Eupraxofía

Correo-e: mapymc@yahoo.com

A lo largo de la historia y en casi todo lugar, los seres humanos han creído en alguna clase de divinidad o ser sobrenatural, y alguna forma de conciencia y vida humana después de la muerte. 

No obstante, desde un punto de vista escéptico no hay seguridad de que haya un dios (monoteísmo) o muchos dioses (politeísmo) poderosísimos y originadores de todo lo existente o que esto sea dios mismo (panteísmo). Pero supongamos que lo(s) haya, lógicamente no será(n) como los conocidos o pregonados hasta ahora, es decir, dioses muy humanos o súper-humanos, y no tenemos ninguna prueba de eso, solo especulaciones metafísicas. De hecho, no tenemos ninguna prueba racional convincente de su existencia –a lo largo de la historia, todas han sido refutadas--.  

Entonces, ¿cuáles son las causas por las que la gente cree en Dios? Podríamos enumerar las siguientes: 

1) Normal y comúnmente muchos –los fideístas-- creen que hay dios(es), no tanto por una convicción y postura argumentativamente racional sino por la tradición imperante de la sociedad en la que se ha desarrollado que les ha enseñado e inculcado una determinada religión desde su infancia más tierna. Los que se han criado en una familia con determinada fe (católica, evangélica, judía, musulmana, hindú, etc.) probablemente serán de esa religión toda su vida. Pero claro, eso no es determinante. 

2) Esa creencia en determinada divinidad, predominante en el medio social donde ha crecido el creyente, le proporcionará una identidad a la cual asirse y hermanarse con otros que profesan la misma fe. Esta es la función social de la religión, que permitirá que los creyentes se ayuden entre sí en sus necesidades, pero también ser intolerantes al rechazar, perseguir y hasta matar a los que tienen otras creencias religiosas. 

3) Muchos, por una necesidad existencial de trascender su cotidiana existencia terráquea a través de la creencia en lo divino que, dependiendo de su doctrina, les puede dar sentido al universo y su vida, y consuelo y esperanza ante la maldad, la injusticia, el dolor, la enfermedad y la muerte, al proveerles las ideas de la bondad y la justicia divinas en el más allá. Es decir, su creencia les ayudaría a alcanzar paz de espíritu o tranquilidad de mente, cumpliendo así una función psicológica, pero también les podría llevar al fanatismo y la locura.  

4) Pero también pueden obtener una guía valorativa para su vida al practicar una religión, pues ello implica seguir determinadas normas de conducta supuestamente ordenadas por la divinidad, sus profetas o enviados o su palabra revelada o escritos sagrados y así, la creencia religiosa tendría una función moral pero en caso de que dañe a otros sería inmoral. Esto es, los creyentes se olvidarían paradójica y temporalmente que son seres de carne y hueso con sus propios egoísmos, pasiones y deseos, aunque pocas veces tienen éxito en eso como nos muestran la realidad cotidiana y la historia en los incontables casos de hipocresía, corrupción y abusos religiosos. 

5) La creencia religiosa sirve a muchos como una ayuda inmaterial y sobrenatural para satisfacer sus necesidades materiales, es decir, invocando ayuda de lo Alto, rezando u orando a Dios, pidiéndole ayuda para resolver sus problemas cotidianos sean laborales, económicos, de salud, educativos, sentimentales, deportivos, bélicos, etc. Los creyentes confían en ser escuchados y ayudados por la divinidad y, en caso de que no les responda se consuelan pensando que esa ha sido su voluntad pues ella sabrá lo que hace, cosa que los no creyentes consideran un autoengaño e ilusión y que, con mejores condiciones materiales de vida, la gente ya no necesita de Dios.

6) También existe la hipótesis de que Dios es una construcción del cerebro que ayudó a los primeros seres humanos a sobrevivir ante las inclemencias de la naturaleza y la violencia de otros congéneres. Esto es, las creencias religiosas, junto a las míticas y mágicas, serían un producto de la evolución biológica y social de la humanidad. 

En conclusión, existen diversas causas, sean educativas, psicológicas, morales, sociales, materiales, etc., por las cuales los creyentes se aferran a la fe en Dios para marchar y enfrentar a los problemas de la vida y tratar de ser mejores personas aunque no siempre lo pueden lograr. 

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